martes, 5 de febrero de 2008

Cuba: preguntas difíciles al gobierno

Fernando Rasverg
BBC

Fernando Ravsberg
La Habana


Personas compran víveres en una tienda en Cuba. Foto: Raquel Pérez

Los estudiantes critican que las tiendas vendan en divisas cuando los salarios se pagan en pesos.

Representantes de los 10 mil estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) cuestionaron muchas de las políticas del gobierno cubano en una reunión que mantuvieron con el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón.

Los jóvenes preguntaron porqué se pagan los salarios en pesos y se venden los productos en divisas, porqué no pueden viajar al extranjero, por qué a los cubanos se les impide hospedarse en hoteles y porqué no tienen acceso pleno a Internet.

Ricardo Alarcón evitó contestar algunos de estos temas aduciendo que no era un especialista en el área económica y se refirió a lo que ocurre en otras partes del mundo, pero en concreto aclaró poco las dudas de los alumnos sobre Cuba.

Este es el segundo caso en el que las autoridades topan con las críticas de la población. Anteriormente fue con los trabajadores de las empresas extranjeras, reunión que tuvo que suspenderse cuando la mesa directiva perdió completamente el control.

Escuche el reportaje

Preguntas difíciles

Gracias a un video entregado a la BBC por manos anónimas, pudimos seguir el debate de la UCI, donde jóvenes como Alejandro Hernandez cuestionaron el voto unido "por ese ciudadano que yo no sé quién es, que nunca visitó la UCI".

El voto unido es una lista única de candidatos que presenta el gobierno a los electores para que los elijan en conjunto.


Jóvenes cubanos miran hacia el horizonte. Foto: Raquel Pérez

Muchos jóvenes cubanos aspiran a un futuro diferente y a participar en los destinos del país.

Otro caso fue el de Eliécer Ávila quien preguntó: "¿por qué el comercio interior de todo el país ha migrado al peso convertible cuando nuestros obreros, nuestros trabajadores y nuestros campesinos cobran su salario en moneda nacional que tiene 25 veces menos poder adquisitivo?"

¿Por qué el pueblo de Cuba no cuenta con la posibilidad viable de ir a hoteles o viajar a determinados lugares del mundo?", preguntó Eliécer, y agregó que no entendía que se le prohibiera visitar el lugar donde cayó el Che en Bolivia.

Otro de los puntos álgidos de la reunión fue sobre el acceso a Internet, los estudiantes afirmaron que comprendían que el bloqueo de los EE.UU. impedía darle acceso a todo el pueblo, pero no entendían por que está prohibido usar Yahoo.

Además los estudiantes de la UCI pidieron que los ministros cubanos rindan cuentas al pueblo, que expliquen públicamente los planes de desarrollo, y que sean removidos de sus cargos cuando estos proyectos no se cumplen.

Difíciles respuesta

El líder del Parlamento, Ricardo Alarcón, dijo que sólo una minoría viaja en el mundo.

"El presidente del parlamento cubano explicó que "no estaba al tanto de lo de internet" y que el tema de la doble moneda está siendo discutido en el gobierno, aunque aclaró que "yo en ésto soy un perfecto ignorante, pero sé que eso no se puede hacer así como así".

"Aprecio que sea preocupación de los jóvenes cubanos la posibilidad de visitar las pirámides de Egipto o de viajar a Bolivia", dijo, pero agregó que nadie en el planeta puede "hablar de viajar como un derecho. Veamos cuántos bolivianos pueden viajar".

"Si todo el mundo, los 6 mil millones de habitantes pudieran viajar a donde quisieran, la trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme, los que viajan realmente son una minoría", respondió Alarcón a los estudiantes.

Para contestar por qué se prohíbe el acceso a los hoteles dijo que "la cifra de cubanos que pasan períodos en hoteles hoy es superior a la cifra de los que lo hacían antes de 1959" y explicó que "en aquella época yo tampoco conocía Varadero ni Tropicana"

¿Reuniones suspendidas?

El gobierno reconoce que hay un debate sobre prohibición de ingreso de los cubanos a los hoteles.

Este es el segundo debate inesperado que las autoridades cubanas deben enfrentar, el anterior ocurrió cuando se concentró a 1.200 empleados de empresas extranjeras para cobrarles un nuevo impuesto.

En el Teatro Nacional se les informó que a partir de este año el fisco se quedaría con una parte del dinero en divisas que reciben de sus jefes "por debajo de la mesa", prebenda que hasta ahora era considerada ilegal e inmoral.

Hubo protestas a los gritos, abucheos e incluso carcajadas pero también planteos muy serios como la necesidad de cambiar el código de ética que prohíbe aceptar ese dinero, mientras otros aseguraban que se pretende cobrar impuestos sobre un delito.

La mesa directiva perdió completamente el control, la reunión se disolvió y se suspendieron todas las demás que estaban previstas para los días siguientes. Ahora esta comunicación impositiva se está haciendo casa por casa.

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