sábado, 23 de agosto de 2008

McCain: Las contradicciones de Barack Obama

Armando Añel | 21/08/2008 23:15
www.cubaencuentro.com/armando-anel/blogs/cuba-inglesa/mccain-las-contradicciones-de-barack-obama

La rueda de las encuestas ha dado un nuevo giro y con ella las previsiones en torno a las elecciones estadounidenses. Aunque me consta que algunos lectores de este blog no creen en sondeos, el último, de Zogby-Reuters, otorga el 46% de las intenciones de voto a John McCain contra el 41% a Barack Obama.

En mi opinión, y sin que haya que postrarse ante el altar de los encuestadores, Obama podría haber descendido algunos escalones debido a tres factores fundamentalmente:

-Como adelanté aquí semanas atrás, la crisis energética podría rendirle dividendos a los republicanos, dado que son miembros de este partido los que abanderan la idea de perforar en territorio nacional. Mientras los demócratas continúan andándose por las ramas, McCain ha hablado alto y claro a favor de la perforación, arguyendo la consecuencia obvia: el descenso de los precios de la gasolina, que atenazan al consumidor estadounidense.

-La gira europea del candidato demócrata, particularmente su apoteósico discurso en Berlín, no debe haberle caído muy bien al norteamericano promedio, que podría haber visto en este despliegue un síntoma de inmadurez y/o exhibicionismo por parte de Obama. La Vieja Europa no cuenta –más bien resta- para la América profunda.

-Por último, se dice que el demócrata escogió el peor momento para tomarse unas vacaciones –por cierto, recomendadas por el primer ministro británico Gordon Brown-, con el conflicto ruso-georgiano en su punto más álgido. Fue durante estas vacaciones que la encuesta de Zogby-Reuters tuvo lugar.

Pero mejor explorar los argumentos del senador John McCain, en un artículo de su puño y letra publicado este mes:

Las contradicciones de Barack Obama

un artículo de John McCain

Las diferencias entre mi opositor y yo cada vez se ven con mayor claridad. Al aproximarse el día, la decisión acertada se hace más obvia.

Una diferencia es nuestra voluntad de adoptar posturas diferentes a las de nuestros propios partidos políticos cuando así lo exigen los principios y el sentido común. Cuando un gobierno republicano estaba cometiendo grandes errores en Iraq, me pronuncié en contra. Y hablé a favor de una nueva estrategia que nos ha salvado de que Estados Unidos sea derrotado catastróficamente en el Medio Oriente. Eso fue cuando el senador Obama hablaba como si Iraq fuese una causa perdida… declarando con confianza que el aumento de tropas fracasaría… y exigiendo una retirada inmediata de nuestras tropas, sin importar cuán desastrosas podían ser las consecuencias. He visto la guerra de cerca. Conozco sus terribles secuelas. Y, como presidente, llevaré esta guerra a su fin, con la victoria.

Cuando mi propio partido se tornó tan irresponsable con el dinero como el partido de mi opositor, y gastaba desenfrenadamente aumentando la deuda que deberán pagar nuestros hijos, dije lo que pensaba al respecto. Cuando Estados Unidos necesitaba reformar la política energética, el actual gobierno y los republicanos de ideas afines en el Congreso produjeron otra propuesta legislativa más en materia de energía, repleta de beneficios para las empresas, y el senador Obama se les sumó. Por el contrario, yo expresé la necesidad de una verdadera reforma para disminuir el precio de la energía y recobrar la seguridad energética del país.

Mi independencia no siempre me ha granjeado amigos en Washington. No siempre ha asegurado mi futuro político. Los comentaristas y especialistas en encuestas me han descartado muchas veces, y de vez en cuando parecían estar en lo correcto. Pero yo no respondo ante comentaristas y encuestadores. Yo respondo ante ustedes. Siempre conocerán mi posición, incluso si no concordamos.

Por su parte, el senador Obama es un orador admirable, pero tengo la suerte de que el pueblo no está eligiendo a un conferenciante inspirador. Washington está repleto de oradores de talento. Y el senador Obama es uno de los mejores que hemos visto en bastante tiempo.

Desafortunadamente, sobre temas importantes, y no tan importantes, a menudo dice una cosa y hace la otra. El senador Obama dice que va a cambiar Washington. Pero su plan para aumentar los impuestos de ustedes y expandir el gobierno federal no es exactamente lo que considero una solución a los problemas de Washington. De hecho, es sospechosamente semejante al problema. El verdadero cambio en Washington requiere un análisis integral para eliminar el despilfarro y la voluntad de vetar propuestas legislativas de fondos para proyectos especiales inútiles y costosos. El propio senador Obama, por cada día de trabajo desde que llegó al Congreso, ha solicitado la asignación de más de un millón de dólares a proyectos para ganar votos. Ése es precisamente el tipo de abuso que debemos eliminar en Washington, y yo sé cómo hacerlo.

El senador Obama dice que sólo aumentará los impuestos de los ricos. Pero en el Senado votó a favor de incrementos tributarios que habrían tenido un impacto en personas con ingresos anuales de apenas 32,000 dólares. Ha propuesto aumentar el impuesto a la renta, las ganancias de capital, los dividendos y las herencias, además de los pagos al Seguro Social. Todos estos aumentos de impuestos representan la letra menuda bajo sus lemas, y ascienden a cientos de billones de dólares en impuestos nuevos durante la próxima década.

El incremento de impuestos cuando la economía está pasando por tiempos difíciles es prácticamente lo peor que uno puede hacer, porque acabaría con la generación de empleo en una economía que ya está perdiendo demasiados. Yo mantendré bajas las tasas tributarias actuales y recortaré otras no porque quiera hacer a los ricos más ricos, sino porque las tasas tributarias bajas mantienen empleos en Estados Unidos y generan nuevos.

El senador Obama dice que quiere independencia energética, pero no apoya nada que lleve a ese objetivo. Se opone a nuevos proyectos de perforación dentro del país, se opone a la energía nuclear y quiere gravar más a los productores de carbón. Ha dicho que no le molesta el alto costo de la gasolina, sólo el hecho de que haya subido demasiado rápido. Cree que existen problemas con todas las fuentes energéticas en el país. Yo creo que todas las fuentes energéticas en el país deben ser parte de la solución.

Es necesario que desarrollemos nuevas alternativas energéticas de avanzada, como la eólica, solar y de oleaje, y los biocombustibles, pero también necesitamos desarrollar más las fuentes existentes, como la energía nuclear y el carbón limpio. Y es necesario comenzar a perforar y producir más petróleo dentro del país y bajar el costo de la gasolina, el cual está perjudicando tanto a nuestra economía.

Para resumir los planes de Obama: El gobierno es demasiado extenso… y quiere ampliarlo. Los impuestos son demasiado altos… y quiere aumentarlos. El Congreso gasta demasiado… y propone que gaste más. Necesitamos más energía… y se opone a producirla. Finalmente estamos ganando en Iraq… y él quiere batirse en retirada.

Con un plan como ése, el don de la palabra es sumamente útil. Pero los buenos discursos no son todo en política; el buen criterio también es importante. Y eso es lo que Estados Unidos necesitará de su próximo Comandante. Gracias por escuchar.

Cortesía http://www.tribunahispanausa.com/

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