jueves, 3 de enero de 2008

“Feliz y próspero año nuevo”

Pablo Rodríguez Carvajal

2 de enero de 2008 – PayoLibre



En Cuba la violencia aumenta cada vez más. Sin embargo los canales televisivos, como la Mesa Redonda y el Noticiario, así como la radio y el periódico Granma, no dan noticias al respecto.

Que en Cuba no hay delincuencia, asaltos ni robos, es el producto que se le vende a la opinión internacional. El pueblo cubano no sufre acoso ni hostigamiento. No existen barrios marginales, pobreza, perseguidos políticos; todos disfrutan de la seguridad y los beneficios de la revolución.

Enero asegura la soberanía del pueblo cubano. En el mes de diciembre se hizo más latente la protección de las guardias cederistas y la vigilancia constante de los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Sin embargo, las noticias, crónicas y comentarios de cubanos de a pie, que me llegan a diario, han indicado que diciembre fue el mes del terror en la capital, con una ola de asaltos.

En la tienda recaudadora de moneda convertible (CUC), ubicada en la esquina de Arroyo y Monte, en el corazón de La Habana, un pequeño grupo de jóvenes asaltó a punta de pistolas, según una nota enviada por Mercedes Morales, delegada de la Asociación Humanitaria Seguidores de Cristo Rey, a los trabajadores del local y los encerró en el baño. Se llevaron sólo el efectivo de la caja contadora y cuatro botellas de Whisky. No hubo muertos ni heridos en esta ocasión.

Pero un joven de 18 años de edad, no muy lejos de allí, no compartió la misma suerte. Fue asesinado en la esquina de Cristina y Castillo, sólo para quitarle la ropa, los zapatos y el poco dinero que llevaba en los bolsillos.

Es probable, como sucede en la mayoría de los casos, que la PNR y los agentes de la Seguridad del Estado no hayan encontrado a los culpables. Tienen otras prioridades: multar a ancianos; expulsar de “la capital de todos los cubanos” a los orientales; visitar a los disidentes en horas de la madrugada para recordarles que no pueden salir de sus casas, prohibirles que se reúnan y hablen de Derechos Humanos.

De algunas de estas “prioridades” Mercedes tiene conocimiento de causa. Una madrugada, a las 2:00, tocaron a la puerta de la vivienda donde dormían ella y su hija de 12 años de edad. Eran agentes de la policía política, sólo para amenazarla con que si se hacia una actividad para conmemorar el 10 de diciembre –Día Internacional de los Derechos Humanos– en su casa, no iba a “hacer el cuento”.

En otras ocasiones Mercedes ha reportado acosos de otros tipos, como el de detenerla por usar la manilla con la palabra CAMBIO y el de tratar de ahogarla económicamente, al impedirle que se gane la vida por cuenta propia.

En este espacio me he referido únicamente a las notas enviadas por la activista Mercedes Morales, para no hacer interminable esta nota. Pero en las páginas de este portal cibernético se encuentran muchas crónicas y noticias que corroboran esta realidad.

En fin, que el cubano no vio un feliz mes de diciembre, y hasta la fecha, no ve que la “revolución” castrista le depare un feliz y próspero año 2008.

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