La Habana,16 de Agosto del 2007 .
Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente
Este, es el último título de Lennon, motiva mis reflexiones sobre lo que ha sido y es mi país . Nunca olvido como en mi juventud escuchábamos a los Beatles a escondidas, mientras dejarse crecer el pelo era una osadía que podiamos costarnos muy cara. Hoy el gran músico y pacifista inglés tiene un parque para él solo en La Habana, donde celosos policías vigilan a los curiosos cubanos que tratan de abordar a los muchos turistas que allí van para retratarse abrazando a john Lennon de bronce, al natural, quien parece feliz entre nosotros.
La paranoia viene repitiéndose desde aquellos primeros "sesenta" hasta los comienzos del siglo 21. Es como si "Los años duros" de Jesús Diaz no hubieran terminado. Una larga lista de prohibiciones acompaña nuestras vidas. Las hay refrendadas legalmente, en tanto otras quedan veladas por un sinnúmero de trabas, capaces de hacer desistir al más obstinado.
Quiero hablar de las últimas, pues de las primeras bastante se sabe.Pueden enumerarse : Los propietarios de ganado vacuno no pueden sacrificar y vender sus reses , tampoco hacer queso para comerciarlo con sus vecinos .
Un provinciano, tras dos semanas en la capital del país, necesitará una muy buena justificacíon y alguien capaz de albergarlo para permanecer allí. Varadero, la más publicitada de nuestras playas, cuenta con una garita de entrada, similar a la de una base militar, donde determinan si usted puede pasar y donde hacerlo, a dónde va o que pretende hacer allá dentro. El listado es infinito, pero lo mas curioso surgió en el mundo de las artes, especialmente en la música . El pequeño-gigante Carlos Varela lo dejó bien definido en un magnífico estribillo :"A veces me pasan en la radio, a veces nada más, a veces...."
Ciertamente es así. Los centros de radio-difusión poseen un libraco-La Biblia de la música le dicen algunos, donde aparecen decenas de nombres cubanos y extranjeros, clasificados en la lista negra de las prohibiciones.Allí se especifica el tratamiento que deben recibir, desde un No adsoluto hasta la frecuencia o el tipo de programas en los que pueden ser difundidos ocacionalmente, ellos o algunas canciones.
Sin embargo, suceden paradojas que de no ser por lo trágico del asunto, nos hacen reir. Por ejemplo, José Feliciano odtuvo la negación total hace muchos años, ya nadie se acuerda el porqué, mientras era el ídolo de las caseteras domésticasen Cuba. Un buen día a Silvio Rodriguez,vaca sagrada del régimen , se le ocurrió grabar un disco con el cantante boricua.Muchos se preguntaron, ¿Y ahora qué?....pues sencillamente la placa fué autorizada en tanto el resto de las canciones, de antes y después, permanecieron en la misma situación. La idea de prohibir veladamente, sin legislación penal, se ha extendido como genial mimética de las autoridades, del arte a otras esferas de la vida socio-económica. Si la policía no le conviene que un área determinada de la ciudad esté plagada de divertidos cubanos en horas de la noche, simplemente los centros de gastronomía y recreación cerrarán temprano y sólo permanecerán abiertos los locales par turistas, con altos precios, pagaderos en moneda convertible.
Hasta los mismísimos extranjeros sufren lo suyo en este ambiente segregacionista. Cuando van a pagar un boletín de viaje , se les exige un monto igual al precio en moneda nacional , paro obligatoriamente en Pesos Convertibles. Es dcir, por decreto , su pasaje vale veintecuatro veces más!Así ellos obtaránpor las ofertas del Ministerio del Turismo donde, lógicamente, la presencia nacional no está incluida. Hace un tiempo atrás me reí muchísimo, cuando escuchaba a un popular personaje de la televisión, quien interpreta el papel de Secretario de un Juez en un programa nocturno de gran audiencia que se titula ¿Juras decir la verdad? Gustavito, como se llama El secretario, aparece como homosexual y por ello sus palabras tiene ese doble sentido típico del cubaneo.
Se trataba de una sátira sobre lo difícil que es viajar en la Cuba de hoy, de provincia o fuera del país. Gustavito conclyó suspirando :"Ay, quisiera ser un pajaro".Yo pra terminar , les dejo con esa frase de Lennon y cada cual le encontrará el sentido deseado. Entre nosotros muchos desearíamos vivir "Like a bird".
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