1 de noviembre de 2007
Guillermo Fariñas, Cubanacán Press
SANTA CLARA, noviembre (www.cubanet.org) - La preocupación de llegar tarde a la cita, embargaba los dos opositores. Ambos estaban en la calle, con licencia extra penal.
A pesar de que el gobierno proclama que los disidentes son mercenarios a sueldo de una potencia extranjera, los opositores no tenían ni un dólar para tomar un taxi de turismo. La entrevista era con el embajador de Portugal en Cuba. Se proponían hacerle llegar al diplomático la preocupación existente con respecto a la salud de 32 prisioneros políticos, quienes sobreviven dentro de las prisiones de puro milagro.
Los disidentes se percataron de que les alcanzaba en dinero, no para un turistaxi, sino para abordar un taxi en moneda nacional, conocidos como almendrones.
Por 20 pesos, diez per cápita, lograrían llegar al municipio Playa, donde radica la embajada. Abordaron el taxi y no se percataron del debate que se desarrollaba entre los pasajeros del almendrón.
Los opositores, de inmediato, se dieron cuenta que se discutía sobre un discurso del vicepresidente Carlos Lage, a través del cual expresó que Cuba tiene dos presidentes: Fidel Castro y Hugo Chávez.
Una anciana expresó:
-Óiganme bien todos ustedes. Yo pasé el machadato en los años 30 y el batistato en los 50, y nunca había visto guataquería como la de los mayimbes cubanos hacía Chávez. De verdad que yo no sé como no les da pena ser tan babosos.
Un sesentón dijo entonces:
-Es una falta de respeto ¿Ustedes saben lo que es enviar a todos los médicos con medicamentos para Venezuela, Bolivia y hasta Pakistán, mientras que nosotros aquí no tenemos ni médicos ni enfermeras ni medicamentos y mucho menos aparatos para tomarse la presión arterial?
-Chico –dijo otro-, ¿y que tú me dices de lo que ahora cuestan los pasajes en los ómnibus Yutong? Prácticamente hay que trabajar seis meses para poder comprar un boletín de ida entre Santiago de Cuba y La Habana.
Una muchacha de apenas 20 años dijo:
-¿Y ustedes saben lo que es que te digan en tu propia cara que la enfermedad del presidente de este país es un secreto de estado? ¡Cómo si una fuera tonta y no se diera cuenta de lo que está pasando! ¡Porque Fidel podrá haber sido muy grande e importante en la historia, pero es un ser humano mortal como cualquiera!
Pasado un rato la anciana miró a los disidentes:
-Y ustedes, qué. ¿No opinan? ¿No tienen ningún problema que criticar o son de la Seguridad del Estado?
-No señora, somos dos ex presos opositores al gobierno.
A lo que la viejita les respondió sonriendo
-Ustedes ya hicieron bastante. Aquí están autorizados a no hablar
jueves, 1 de noviembre de 2007
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