2007-11-22.
Heriberto Portales Rodríguez, Activista Pro Derechos Humanos
www.miscelaneasdecuba.net
Heriberto Portales Rodríguez.
Conocí a Néstor Rodríguez Lobaina a través de su hermano Rolando en el año 2006, recién éste salido de prisión. Pronto sostuvimos una profunda relación tanto en el plano interpersonal como político. Fueron muchos los trabajos que realizamos juntos, hasta tal punto que aún hoy, mantenemos relaciones de trabajo sistemática en lo referente al proyecto de Autonomía Universitaria y la publicación de la revista juvenil Antorcha.
En una conversación informal surgió la idea de realizarle una entrevista con características poco comunes; un dirigente político entrevistando a otro dirigente, lo que primero fue tratado en forma de broma, después tomo un carácter más serio y aquí les expongo el resultado del mismo.
P.- Néstor, tú tuviste la oportunidad de cursar estudios en una época muy difícil para el estudiantado cubano, ¿en cuál centro estudiaste y qué especialidad escogiste?
NR: Bien, me gradué primero en la especialidad de Técnico Medio en Sistemas Eléctricos Industriales en la Escuela Técnica Energética de Santiago de Cuba y a pesar de haber obtenido buenas calificaciones durante el curso de la misma, verdaderamente nunca me interesó esa especialidad por falta de vocación por ella.
Debido a mis resultados, obtuve el derecho de matricular en el Instituto Superior Pedagógico en dicha rama (Electricidad Industrial), pero mi confesión religiosa (catolicismo) era una invalidante para poder cursar carreras pedagógicas (aún, a pesar de la supuesta libertad de conciencia tan propagandizada, estos perjuicios subsisten dentro del sistema de enseñanza cubano), a lo cual se unió mi actitud contestaría y rebelde que me precedía desde mis estudios preuniversitarios donde fui víctima de una especie de purga estudiantil al ser acusado con el slogan de tener desviaciones ideológicas, forma despectiva de categorizar a todos aquellos que disienten de la ideología oficial.
De ahí mi exclusión permanente del sistema de enseñanza superior que estuvo avalada por la falsa consigna lanzada por Castro de que “La Universidad solo era para los revolucionarios”.
P.- Ya que tocaste este punto de tu pionera rebeldía, ¿cuándo comenzaron tus inquietudes como estudiante contestatario y qué te impulsó a ello?
NR.- En honor a la verdad, desde muy temprana edad tuve inquietudes políticas, puedo afirmar que desde mi adolescencia (15 años) ya comencé a cuestionar, primero las clases de historia que recibía y luego, más adelante, la filosofía marxista.
Es a partir de estos cuestionamientos que se me consolidó la impresión de que algo no funcionaba, como tenía que ser, en aquel tipo de enseñanza que tenía más de excluyente que de aglutinadora, dándole este aspecto un carácter sumamente fundamentalista.
Luego, más tarde, aunque aún era muy joven para realizar análisis profundos, las luchas iniciadas por la defensa de los derechos humanos y la democracia en la época de los ochenta en las ex repúblicas socialistas, fue lo que más me impulsó a inclinarme, inspirado por estas luchas democráticas cuyo peso principal recaía sobre los hombros de los jóvenes y estudiantes para recorrer el angosto camino de la redención cubana desde la órbita estudiantil contestataria.
P.- ¿Cómo te iniciaste en la actividad opositora, quién o quiénes fueron tus guías?
NR.- Bueno, no es muy sencillo para mí referirme a este tema pero si afirmo que la misma comenzó desde mucho antes de fundarse el Movimiento Cubano Jóvenes Por la Democracia (MCJD), y aún sobre eso no puedo hacer ninguna referencia, pero sí puedo decir que el MCJD fue fundado por una coincidencia milagrosa de la historia un 16 de Julio del año 1991.
Digo que fue milagrosa porque coincidió por casualidad con la fecha del natalicio del líder estudiantil José Antonio Echeverría, el más grande en la Historia de Cuba; él mismo fue fuente, bandera y alma inspiratoria de nuestra lucha por lograr la reforma universitaria.
Me consideraba en esos tiempo como un joven aún inmaduro políticamente. Casualmente en ese tiempo conocí de la existencia en La Habana de la Coalición Democrática Cubana que era dirigida por la señora Ángela Herrera Carrillo, quien reside actualmente en el exilio, y la misma era una concertación que agrupaba a una treintena de organizaciones opositoras, cifra que era de admirar por aquellos años; aunque después de cumplir mi primera condena en 1993, se tomó la decisión de convertir al Movimiento (MCJD) en una organización autónoma, condición que mantenemos hasta la actualidad. Sin dejar de apoyar, por supuesto, a todas las fuerzas del Movimiento pro democracia que luchan pacíficamente por el logro del Cambio en Cuba.
P.- ¿Cómo nació la idea del proyecto Reforma Universitaria? ¿quiénes lo trabajaron contigo?
NR.- La idea Universitarios sin Frontera como génesis de búsqueda para la autonomía universitaria, surge en 1995 como resultado de una reflexión y revisión de la historia del Movimiento Juvenil Contestatario Cubano y su tradición de lucha, los cuales fueron abortados durante la década de los años veinte del periodo republicano, aunque el estudiantado supo asumir su responsabilidad cívica frente a las arbitrariedades gubernamentales e irregularidades en el uso de los poderes políticos en toda aquella etapa republicana.
Teniendo como guía este precedente fue decisión de tres jóvenes asumir el desafío al poder totalitario. Estos jóvenes son Heriberto Leiva Rodríguez, graduado de master en Ciencias Sociales en la Universidad Estatal Mijail Lomonosov de Moscú, antigua URSS, de quien estoy muy agradecido y en deuda por la visión política que obtuve a través de él, lo cual fue un elemento muy importante en la formación de mi pensamiento cívico en los inicios de la década de los noventa. El otro es Radames García de la Vega, graduado de Ingeniería Informática en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, de la Ciudad de la Habana, con quien compartí presidio político y yo. Entre los tres confeccionamos y entregamos a las autoridades cubanas el documento de solicitud de la autonomía universitaria un 28 de Enero de 1996, hace ya más de doce años que aún hoy están repletos de un intenso batallar, y sacrificios en aras de recuperar lo ya conocido usurpado por el actual Gobierno.
P. Según ha trascendido tienes también otro proyecto con el fin de rehabilitar la Universidad Católica Santo Tomas de Villanueva, ¿en qué consiste el mismo?
NR.- Efectivamente, decidimos no solo extender nuestro trabajo hacia la recuperación de las universidades autónomas, sino que también lo extendimos para tratar de recuperar la rehabilitación de otros importantes centros de altos estudios docentes, como el que señalaste que fue proscrito en el año de 1961 por la actual administración, al igual que la Universidad Masónica, ambas fueron afectadas por la Ley de Nacionalización de la Enseñanza.
Estos proyectos no han sido concebidos por una visión caprichosa sino por el convencimiento de que ambas instituciones docentes pueden formar parte del mecanismo de reconstrucción de la dimensión moral y humana como de los valores éticos, que han desaparecido en el individuo durante los últimos casi cincuenta años de totalitarismo, lo que ha traído por consecuencia la ya conocida crisis de valores inducida por una doctrina fosilizada y obsoleta por la imposición del ya decadente radicalismo marxista, impuesto al pueblo cubano por la administración castrista
P.- Por lo visto los proyectos que tanto tú como la organización MCJD están proyectando, no solo se han rejuvenecido sino también enriquecidos. ¿Cómo han sido acogidos por los estudiantes y jóvenes cubanos?
NR.- La prueba más palpable de la acogida por parte de los jóvenes y su impacto en ellos, es que hasta la fecha se cuenta con más de 5000 firmas de apoyo a este proyecto general (Reformas Universitarias), donde la estructura de los firmantes está conformada por estudiantes, intelectuales y profesionales quienes mediante sus firmas le solicitan al Gobierno la reforma y autonomía universitaria, a pesar de los inconvenientes obvios que se han presentado durante la campaña de recogidas de firmas como son, el desconocimiento, debido a la censura impuesta, del concepto de autonomía universitaria para el estudiante cubano, la feroz persecución y represión de la que son objeto los líderes y promotores de este proyecto, así como la incautación por parte de la policía política de unas 2000 firmas de apoyo.
P.- ¿Has sentido el calor de la solidaridad y apoyo por parte de la sociedad civil cubana tanto en el exterior como en el interior, en referencia a tu trabajo y el de los que integran el MCJD?
NR.- Hasta el día de hoy hemos contado con el apoyo moral, incluyendo las firmas de los intelectuales disidentes, de tanto la posición interna como con la del exilio; aunque lamentamos que en la recogida de firmas hemos estado prácticamente solos; salvo algunas excepciones de organizaciones que han colaborado en esta tan importante cuestión para Cuba.
Te aseguro que si en esta tan importante iniciativa hubiéramos tenido el mismo apoyo que tuvo el Proyecto Varela, ya tuviésemos las mismas cifras alcanzadas que obtuvo este tan importante proyecto en un menor tiempo y más teniendo en cuenta lo que significa cada firma para el régimen cubano y el mundo ya que se trata específicamente de un espectro muy sensible para cualquier régimen totalitario ya que el componente principal del apoyo se sustenta en los estudiantes, intelectuales y profesionales. Es lo cual le da cierta singularidad a este proyecto y quisiera aprovechar para destacar el apoyo especial que nos ha brindado el Directorio Democrático, honorables patriotas que desde el exilio trabajan tesoneramente a favor del cambio democrático en Cuba .
P.- Néstor, es conocido que en la práctica has estado parte de tu juventud encerrado en prisiones. Quisiera saber ¿cuántas condenas has cumplido y por qué causas?
NR.- Bien, aunque no me gusta mucho referirme a mi persona, porque me considero un elemento más en esta batalla colectiva, te diré que en total he cumplido unos diez años de presidio político siendo adoptado por Amnistía Internacional como Preso de conciencia, en tres ocasiones y esto sin tener en cuenta el tiempo que he estado privado de libertad durante los más de 100 arrestos arbitrarios a que he estado sometido por la policía política debido a mi posición contestataria y actividades cívicas, a lo que debes sumar las torturas y tratos crueles de los que he sido objeto que sin uno desearlo deja huellas en la mente y en el espíritu.
P.- ¿Piensas que los años han provocado alguna merma en los impulsos juveniles de los primeros momentos?
NR.- ¡Qué va, todo lo contrario! Aún me siento con la misma energía de cuando comencé, creo fielmente en la juventud del alma y del espíritu que es la que nunca envejece, soy positivista y optimista, aún me queda mucho por hacer a favor de mi país que tanto quiero y para el cual deseo lo mejor.
P.- Deseas enviar algún mensaje especial para los estudiantes y jóvenes cubanos.
NR.- A los estudiantes cubanos solo les digo que conozco que aman la libertad y que en sus mentes y corazones ya comenzó el cambio que necesitan todos los cubanos, que no tengan temor a trabajar a favor de la democratización de Cuba en forma abierta y honradamente, que siempre la honestidad y no la hipocresía sea el arma de su trabajo que como dijera el Santo Padre, en su visita a cuba, “Seamos los protagonistas de nuestra historia personal y social, que el futuro de Cuba está en nuestro propio esfuerzo para trabajar por un modo mas humano, digno y libre de convivencia social”.
Y a todos los jóvenes en general, les pido que hagamos el Cambio que es lo mismo que decir hagamos la Revolución Universitaria que conlleva irremediablemente a la Revolución Democrática y que hagamos de las universidades cubanas, verdaderos templos de virtud, de espiritualidad y de libertad.
P.- ¿Algo más que desees agregar?
NR.- Sí, que Dios acabe con el odio sembrado en Cuba y que derrame bendiciones de amor, de paz y de hermandad entre sus hijos cubanos.
Al terminar la conversación con Néstor, tuve la impresión de que había entrevistado a un hombre que va más allá del simple lenguaje discursivo tan en uso en la actualidad; un hombre que con sus 41 años de edad y dos fuertes pasiones compartidas entre su trabajo y su pequeña hija a la que cariñosamente llama Chiquitumbi, y que a su parecer posee la misma sangre, caliente como así lo define él, que su padre. Es un hombre que sabe bien hacia donde va y para qué.
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