martes, 16 de octubre de 2007

Al cubano no hay hueso que se le escape.

En la cuba actual, se viven momentos lacerientos hasta la medula, de la cual no escapa ni él mas pinto. Todo este panorama calamitoso de miseria, inflación y corrupción se la debemos a la recentralizacion de la economía por mas de medio siglo, bajo la tutela y obra de un sistema totalitario que desde sus inicios fue de fracaso en fracaso.

Donde no se hizo esperar las búsquedas de alternativas e inventivas que a buen cubano se le denomina [ LUCHA], salvaguarda de la familia cubana hasta estos tiempos. Ahora después de tantas décadas de vilipendio y sobre salto, aquellos dóciles y frágiles aprendices se revelan como todas unas espadas. Escudándose de un sin fin de tropiezos y golpes bajos formulados por la gran jaula leninista.

Y de cada hueso una lasca, mas de moda la [LUCHA], por una misión a lo imposible. Hay que oír anécdotas e historias de estos mendigos y esclavos del régimen. Que dada las espantosas calamidades en que subsisten y las necesidades imperiosas que los apremian, son capaces con sus iniciativas y su [ LUCHA] de resolver polémicas insolubles que los ataba [ DE ANTAÑO], en su cautiva patria, por la incapacidad e ineficacia de la dictadura del proletariado.

Los albores del ostracismo no rubrican buenos presagios, ni salida segura ante las diatribas y catarsis de la severa crisis en que se encuentra. La parodia de un debate entre dientes, fluidos por la insatisfacción, el descontento y la desilusión de estos [LUCHADORES], jamás perciben solución punible. Los dictadores en potencia no aceptan compartir un ápice de poder y menos torcer su cerril brazo ante tan tétrica crisis en que se encuentra la nación cubana.

Firmado.
Silvio Benítez Márquez.
Miembro de la unidad de la republica de cuba.

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