El Nuevo Herald
El conocido disidente cubano Jorge Luis García Pérez (Antúnez) declaró ayer que no aceptará la orden de arresto domiciliario impuesta por las autoridades policiales, y denunció el incremento de la violencia física contra el movimiento opositor en la isla.''Estoy desafiando la orden de arresto domiciliario, porque no acato leyes que intentan limitar las libertades individuales de los ciudadanos'', manifestó el activista en conversación telefónica desde La Habana. ``No he cometido delito alguno''.
Antúnez, de 43 años, fue detenido el pasado lunes en Placetas y conducido al Departamento de Instrucción del Ministerio del Interior (MININT) en Santa Clara, provincia de Villa Clara.
Ese día se disponía a realizar una actividad en homenaje al prócer independentista José Martí (1953-1898) en la provincia vecina de Sancti Spíritus, acompañado de su esposa, Iris Pérez Aguilera, pero fueron interceptados por la policía, y decidieron posteriormente trasladarse a Santa Clara para respaldar a otros activistas reprimidos y golpeados por fuerzas policiales esa misma mañana.
''Se ejerció violencia de forma despiadada'', relató a El Nuevo Herald. ``A mi esposa y a mí nos patearon y golpearon para montarnos por la fuerza en el auto que nos trasladó a la unidad provincial del MININT''.
Según él, un mayor de la Seguridad del Estado lo instruyó bajo cargos de ''desobediencia, desacato y desorden público'' antes de ser liberado la noche del 28 de enero.
En una anterior información difundida por El Nuevo Herald no quedó confirmado el levantamiento de cargos contra el disidente. Aunque el documento no le fue entregado porque se negó a firmarlo, Antúnez asegura que impusieron cargos y se le amenazó con que ''esta vez no se salvaría'' de un proceso por delitos comunes.
No se ha informado aún una fecha para la audiencia judicial donde podría ser encausado.
''Fue algo muy humillante, porque cuando llegué a la unidad del MININT en Santa Clara hubo varios oficiales de Seguridad [del Estado] que me dijeron que quién había visto a un negro defendiendo los derechos humanos'', contó. ``Luego me metieron en un calabozo con presos comunes''.
Al ser liberado se le advirtió que debería cumplir arresto domiciliario e informar sus movimientos en la localidad de Placetas mientras durara el proceso de investigación sobre el caso. No obstante, viajó el miércoles a La Habana para continuar sus actividades opositoras y reunirse con Martha Beatriz Roque, presidenta de la ilegal Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
Antúnez fue liberado el pasado abril tras cumplir 17 años de prisión por supuestos actos de propaganda enemiga e intento de sabotaje. Desde entonces ha sido detenido en ocho ocasiones, tres de ellas durante el presente año.
''Desde que yo fui excarcelado sé que tengo un pie en la calle y otro en la prisión'', manifestó. ``Pero tanto los cargos como el arresto domiciliario pueden ser tácticas intimidatorias para tratar de que me abstenga de realizar actividades pacíficas contra este gobierno.''
Por lo pronto, sus planes ya apuntan al próximo 24 de febrero para homenajear a los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate derribados por aviones de la Fuerza Aérea cubana en 1996. En esa fecha está fijada en La Habana la reunión del Parlamento para designar al nuevo Consejo de Estado que regirá los destinos del país por los próximos cinco años.
Las represalias gubernamentales contra Antúnez se producen en medio de una escalada de acciones represivas contra el movimiento disidente. Organizaciones de derechos humanos aseguran que durante el mes de enero se produjeron unas 100 detenciones temporales y arrestos domiciliarios en todo el país.
El pasado año el gobierno cubano se comprometió a firmar varios protocolos de derechos humanos ante Naciones Unidas, y el próximo 11 de febrero se celebrará en Madrid la reunión bilateral Cuba-España sobre el tema, acordada desde la visita del canciller Miguel Angel Moratinos a la isla a comienzos del 2007.
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