SANTIAGO DE CUBA - 21 de febrero, 2009 (Víctor E. Sánchez, www.aplopess.com ) En los últimos días nuestro colega y miembro de nuestra agencia de prensa APLO, Juan Carlos Hernández está siendo víctima de un severo hostigamiento, debido a su intenso trabajo periodístico y de divulgación de acontecimientos que no cubre la prensa oficial.
El testimonio en sus propias palabras que reproducimos a continuación es prueba fehaciente de este hostigamiento descarnado, no solo contra él, sino con su familia en general:
“Mi hermano, como bien dice un amigo en común, la cosa pinta fea. Ayer jueves me citaron para la Unidad de Enfrentamiento. El oficial que se hace llamar “Michel” me interrogó severamente, para no decirte que me torturó, por casi cuatro horas. Al extremo que me pidió que me quitara la camisa y me sacara todo lo que tenía en los bolsillos, por temor a que lo estuviera grabando. Te pido mi hermano (me dices Juan Carlos) que saques esta denuncia por tu vía, parece que la mía está a punto de terminar, pues cuando más la necesito esta fuera de servicio y en esas horas me dejaron el teléfono sin tono. Una vez más las amenazas que sabes, pero el tema fundamental fue la visita del diplomático Ingemar Cederberg, de la Embajada de Suecia, y la entrevista que le realice al padre José Conrado. En estas últimas semanas no sé si es por casualidad o por la orientación de ellos me han provocado en tres ocasiones, individuos que “por casualidad” tropiezan conmigo y ya quieren armar una bronca. Me han querido multar por deber solo un mes el pago del agua, sin embargo personas en mi misma cuadra deben 4 meses y no le ha pasado nada. El fluido eléctrico me han cortado estando pagado y cuando he querido poner una extensión desde la casa de mis padres, enseguida los miembros del CDR (Comité de Defesa de la Revolución) han estado pendientes. Las propuestas de ventas o compras ilegales son constantes, hasta proponerme alquilar habitaciones por unas horas a extranjeros, algo que ilegal, se suceden día a día. El ejemplo más claro de la vigilancia y la persecución sobre mi persona es el hecho de que el Diplomático Sueco no llevaba cinco minutos en mi casa y la cuadra parecía un hervidero de agentes encubiertos. Tengo que confesarte que con el asesinato del padre Eduardo de la Fuente en la Habana y del almacenero del Santuario del Cobre (sigo en las investigaciones de este hecho) y toda la anterior situación TEMO POR MI VIDA. El día 4 de Diciembre antes de ir a celebrar el primer aniversario por los hechos en la iglesia de Santa Teresita y la celebración de la Santa Bárbara, le entregué una carta a Mons. Dionisio García Ibanez, Arzobispo de Santiago de Cuba, en la que pedía que en caso de que nos arrestaran rezara por nosotros y por todos los presos políticos del país. Personalmente te pido que si ese mismo odio y desprecio logra imponerse a la razón y a la justicia y me toca ir a prisión que no abandones a mis hijos, que una vez al mes o cada tres al menos los llamen por teléfono y le trasmitan la seguridad de que no están solos y que alguien en el mundo gritará pidiendo libertad por nosotros”.
Hasta aquí las conmovedoras palabras de este hermano de lucha, que no tiene más armas que la fuerza de sus palabras. Espero que reciba toda la solidaridad que merece.
domingo, 22 de febrero de 2009
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