sábado, 14 de febrero de 2009

Trabajo de Sinue Escolarte

Sinue Escolarte.

La Habana Cuba.

sinuescolarte@gmail.com   
       
La situación de los derechos políticos en el mundo es compleja, pero en los países de corte populista y en Cuba en particular adquiere ribetes especiales. Por ejemplo no asistir a votar, abstenerse, es mal visto por las autoridades. No pagar las milicias de tropas territoriales, ni el sindicato,  o negarse a pertenecer a la FEU, o Los comités de defensa de la revolución [y fíjense, defensa de la revolución], que son actos ¨¨voluntarios¨¨  también. No es posible desfilar con carteles en protesta por algo que nos afecte como los salarios que paga el estado, o escribir un articulo como este y publicarlo en uno de los órganos oficiales partidarios.  

Pero existen derechos políticos primarios que son fundamentales para la vida en un país en el que se diga que hay democracia y que en el nuestro, son violados como algo normal por la naturaleza misma del modelo que se nos impone. Estos derechos son:  

Derecho a votar o no hacerlo.
Expresarse libremente y en cualquier lugar.
Reunirse a debatir asuntos políticos en los que se esté en desacuerdo con el régimen.
Investigar sobre asuntos estatales con entera libertad.
Postularse un opositor, para ejercer un ministerio publico.
Efectuar  elecciones libres y justas.
Formar asociaciones políticas incluido partidos.  

Como se conoce en Cuba una minoría concentra el poder privando a la mayoría de ejercer sus derechos políticos primarios, con lo cual se  niega la existencia de democracia o  se reemplaza. La libertad agoniza y muere en la medida que el poder se concentra y  establece.  Con esta acción, el pueblo cubano se ha convertido en incapaz de gobernarse democráticamente, por que ha perdido o se ha dejado arrebatar sus derechos. Un pueblo que no se gobierna es una muchedumbre oclocrática, que no es confiable para apoyar un modelo  político que no lo tiene en cuenta para sus apreciaciones y toma de decisión. La imagen que se deja ver puede ser que hemos elegido democráticamente ser dirigidos por una dictadura, con lo que  negamos el deseo de tener un gobierno que practica la democracia, siendo esa la razón por la que entregamos los derechos.   

Es decir, no creemos lo suficiente o desconocemos los derechos políticos que nos asisten. No tenemos la convicción solidamente implantada en los hábitos, practica y cultura de un país que antes de la actual dictadura de izquierda con medio siglo de duración, tuvo otra de derecha  por 20 años y condicionó las bases de  la actual. Nos faltó la precaución a los profesionales, juristas, lideres estudiantiles y políticos, de estudiar y comprender la necesidad practica de defender los derechos políticos primarios  con el desarrollo de  métodos que los protegieran. Por eso estuvimos mas de 15 años a pesar de la promesa Del Hombre Mas Bueno Del Mundo  de realizarla de inmediato, sin convocar elecciones libres, tiempo en el que se modificó la constitución como se pretende hacer en Venezuela y se confeccionó el sistema antidemocrático  que aplicamos en la actualidad. No saber exigir los derechos que nos  corresponden es aceptar que el nuestro, no es ni será con este régimen,  un estado de derechos y seguiremos permitiendo que hablen por nosotros,  sin que se nos escuche, ni podamos opinar.

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