sábado, 14 de febrero de 2009

LA NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN, VISTA AL REVÉS


2009-02-07.
Heriberto Portales Rodríguez, Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Después de las bien merecidas fiestas navideñas, y su posterior descanso, el nuevo año 2009 comenzó con brío para muchas personas dentro del movimiento opositor cubano.
Sin embargo, en el municipio de Centro Habana y Habana Vieja ocurrieron (u ocurrió) algo que aunque no es de gran relevancia sí pudiera de servir de termómetro para medir hasta que punto pueden llegar algunas personas a pecar hasta de crédulos inocentes.

Algunas personas residente en esos municipios, se han convertido de la noche a la mañana en funcionarios "ad linguae" de la Dirección de Inmigración cubana y se han puesto a repartir (rumorosamente) permisos de salidas para algunos opositores que están en plan de visado para viajar hacia los EE.UU. de manera infundamentada y hasta cierto punto descuidada.
 
Para estos personajillos la fuente nunca ha sido el beneficiado (porque en Cuba el obtener un permiso de salida ya no es un derecho, sino un beneficio al cual no acceden de forma inmediata todos) sino otras fuentes que se ignoran su procedencia y da la impresión de que estas poleas transmisoras o esponjas adsorbentes de rumores les están haciendo un favor o su trabajo.
 
Es bueno acotar que recibir el permiso de salida no es ninguna ignominia (aunque algunos por detrás porque hasta la pobreza se envidia le quieran dar otra connotación); todo al contrario, un derecho que además de ser del individuo es constitucional. Lo que sí no se logra comprender es el por qué se propaga rumores de obtención de estos permisos, cuando en realidad los mismos son falsos y fuera de lugar.
 
Nadie tiene por qué cuando recibe la Carta Blanca (permiso de salida) ni negarlo ni salir con una pancarta anunciándolo públicamente a todo el que quiera satisfacer su curiosidad. Pero sí es una cuestión de ética, no dedicarse ni a crear rumores (y más cuando estos son totalmente producto de la imaginación o vaya usted a saber con qué ruines intenciones) sobre cuestiones que no le pueden interesar para nada, a no ser que deseen, aunque de forma indirecta, hacerle el trabajo a alguien en particular que si es así, tanto de una como de otra forma, se están haciendo un flaco favor.
 
No he querido señalar a nadie en particular. Pienso que no vale la pena gastar arcilla fina en fabricar ladrillo, pero los implicados se verán aludidos en este comentario, así como los que ingenuamente creyeron en ellos así erigirán en sus jueces.

Sólo un consejo para estas personas que se comportan como mariposas cayéndole atrás a la flor de la calabaza: si dentro de sus prioridades está el estar al tanto de la vida de los demás o contar historias ajenas, dedíquense un poco a sus vidas y a sus propias historias para el bien de sus almas porque vale más andar con los vestidos remendados o rotos, que no con el alma”.

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