martes, 15 de abril de 2008

PRISION DE QUIVICAN Tuberculosis, pestilencias y conciertos

14 de abril de 2008

OSWALDO PAYA SARDIÑAS
www.cubanet.org
La Habana -- José Miguel Martínez Hernández, de cuarenta y cuatro años, está casado con dos hijos. El y su familia son católicos, respetados y queridos en su pueblo. Es miembro del Movimiento Cristiano Liberación y uno de los prisioneros de la primavera de Cuba.

Miguelito, como le conocen, fue condenado a quince años de prisión por eso, por sembrar la esperanza, por contribuir a que se abriera la primavera para Cuba, trabajando de manera transparente en la promoción del Proyecto Varela.

Miguelito ha recorrido varias prisiones de Cuba desde que fue condenado injustamente, pero ahora en la Prisión de Quivicán le visitan oficiales de la Seguridad del Estado para preguntarle sobre su opinión o su disposición ante la inminente actuación del famoso cantante y autor y ex diputado Silvio Rodríguez. Pronto actuaría allí en esa prisión, como ha hecho en otras prisiones cubanas. A muchos prisioneros comunes les están aleccionando, entrevistando y advirtiendo mientras preparan la prisión como un gran set para la actuación del talentoso cantante. Seguramente acompañarán su actuación con muchas filmaciones que demostrarán ''lo felices'' que son los presos cubanos en las prisiones chicas, casi más felices que en la prisión grande, nuestro archipiélago.

Algo muy grave ocurre allí y Silvio Rodríguez y sus acompañantes deben saber que tendrán que llevar el agua embotellada o beber la que beben los oficiales. El agua de beber, la única, llega a los prisioneros durante unos momentos en el día generalmente muy oscura y sucia y deben esperar a que se aclare un poco para recogerla en vasijas improvisadas. Lo que ocurre es que mientras las tuberías de lo que debe ser agua potable están vacías, absorben por sus muchas roturas desechos y aguas contaminadas y sucias.

No alcanza este artículo para describir las condiciones antisanitarias en que los presos hacen sus necesidades y cómo el suelo se contamina constantemente y en qué condiciones comen los preparados, muchas veces repugnantes, que se ofrecen como alimento a los presos en la mayoría de las prisiones cubanas.

José Miguel Martínez, prisionero de conciencia encarcelado sólo por defender pacíficamente los derechos de los cubanos, nos alerta que en esa Prisión de Quivicán existe un brote de tuberculosis y en los destacamentos números 6, 7, 8, 10 y 11 hay casos de posibles positivos. Las autoridades de la prisión, mientras ''preparan'' la actuación de Silvio Rodríguez, toman medidas para controlar el brote de tuberculosis, cuyas causas creo que no necesitan explicarse.

Los prisioneros de las prisiones cubanas y los ciudadanos de la prisión cubana no necesitan que se les cante con versos usados para falsificar la vida y presentar la opresión que sufren como si fuera libertad. La misión de los artistas es ser voz de los que no tienen voz y no de los que silencian con el miedo.

Ojalá que muchos artistas se conviertan al pueblo, se conviertan a la causa de la liberación, liberándose ellos mismos. Creo que no hay porqué dudar que muchos artistas tengan suficiente humildad, valor y amor en el corazón, además de talento, para esta conversión.

Miguelito, el prisionero de la primavera de Cuba, allí en la prisión de Quivicán respondió que ''no le interesaba para nada la visita de Silvio''. Según conozco bien, esto lo dijo sin odio, pero indignado ante el gran fraude pues como me afirmó el propio Miguelito parodiando una canción de ese autor, antes y después de la visita de Silvio Rodríguez los prisioneros en Quivicán y en todas las prisiones cubanas, debido al trato cruel e inhumano, seguirán ``soñando con serpientes''.

Aunque Miguelito no sueña con serpientes, sueña con la liberación de su pueblo, tiene un sueño como todos los prisioneros de la primavera de Cuba, un sueño por el derecho a soñar de los cubanos, un sueño que es el nuestro, como el de Martin Luther King, el sueño de la paz y la justicia, de la reconciliación, el sueño que es la esperanza cierta de los que tenemos fe y luchamos, es el sueño de la liberación

1 comentario:

Tito Pakin dijo...

En este mundo privado que es Cuba, hay muchos como Miguelito, muchos como otros hombres que no han tenido el segundo de ser mensionados, pero que dia a dia luchan a su manera por tener ese momento de primavera.
miguelito es del pueblo donde naci, donde todos tenemos el deseo de soñar y m,uchas vecs volver a nacer, pero en libertad, muchos n entienden esta palabra que encierra tantos deseos y sueños, pero la sienten a su manera.

La libertad de cada ser humano es unica, propia y respetada. la libertad de uno es la libertad de todos.

Fuerza Miguel, desde muy lejos se te quiere y se te respeta.