Al rededor de 50 niños se juntaron en barrio Marginal por el día de Reyes Magos.

Por: Ismaris Salomón Carcaces, Reportera Independiente del Centro de Información de la Corriente Martiana.

Al rededor de medio centenar de niños se juntaron el día 10 de Enero en el domicilio del activista de derechos humanos Mario Omar Delgado Hernández, en el barrio Marginal El Rancho en el municipio Boyeros, Ciudad de La Habana, para festejar la tradicional fecha del día de los Reyes Magos que se celebra cada 6 de Enero.

La actividad que contó con la participación de algunos opositores pacíficos, comenzó a las tres de la tarde dando gracias a los Reyes Magos por los regalos. Se repartieron, dulces, refrescos y caramelos y entre los presentes se notaba gran alegría. Fueron obsequiados lápices de colores y otros objetos comprados por los que organizaron la actividad dado, que, muchos de los padres de los niños presentes no pueden regalar a sus hijos un juguete por los bajos salario que le paga el régimen y los altos precios que tienen estos en las Tiendas Recaudadoras de Divisa (TRD).

La fiesta fue auspiciada por los Movimientos Mensajeros de Esperanza y Línea Pacifica Democrática dirigidos por Eugenia C. Castro Páez y Rodolfo Ramírez Cardoso, promotores de esta actividad que se celebró en el domicilio de Mario Omar, sito en Ave 204 entre 397 y 399 en el municipio antes mencionado.

"Esta fiesta fue con el objetivo del rescate de la fecha tradicional y propiciar un momento agradable para los niños pobres de este lugar", dijo Ramírez Cardoso, quien agrego que este barrio Marginal tiene 35 años de fundado y no se ve progreso alguno, el régimen castrista nunca le ha prestado interés en mejorar la vida de los habitantes, que en su mayoría son trabajadores de empresas oficiales y mucho menos buscan satisfacer a los infante".

En las imágenes tomadas se pueden notar como las calles de este lugar no han sido a asfaltada y las viviendas en su mayoría fueron construidas de pedazos de madera, cartones y latas viejas. Las condiciones de vida en el Rancho son extremas.

Fotos: Cortesía de Ismaris Salomón Carcaces