Por Daniel Perea García
Según la prensa estatal cubana, al capitalismo internacional le sobreviene un Apocalipsis. La bestia del mercado se desboca.
¡Crisis!, gritan. En mi subconsciente aparecen las imágenes de la ¨moderna clase burguesa¨ abandonando a la carrera sus actividades sociales: bodas, juegos de golf y hasta bautizos para ir a ver como están las cotizaciones en Wall Street.
Lo que siempre, y único, le han enseñado a los rehenes en la isla es que ¨Un mundo mejor es posible¨, el capitalismo y sus crisis no pueden servir para nada al futuro de los pueblos.
Es aquí donde ¨ cabezas calientes¨ se empiezan a hacer preguntas y contestar las que les hacen desde cualquier sector social, algunos con sorna y doble intención y otros con nobleza y duda.
He aquí la primera: ¿Van a seguir queriendo que el capitalismo vuelva a Cuba?, le preguntan a algún que otro opositor, añadiendo, ¿no te convences con esta nueva crisis del fin?
Es cierto que estamos frente a una crisis real y no ante una depresión pasajera. Pero lo irónico de este colapso financiero es que se venía alertando su presencia. Tuvieron que tocar las llagas y heridas del costado para poder creer.
Cundo las acciones en Wall Street estuvieron en máxima alza antes del viernes negro del 24 de octubre de 1929, ahí mismo exploto la burbuja financiera, Luego el mundo vio con pesar como ciudadanos de Estados Unidos tuvieron que comer con bullones en las calles y otros vender hasta la ultima propiedad que les quedaba, su automóvil. Esto es conocido como La Gran Depresión.
¿Y ahora que? Lo mismo de los mismo señores, no hay nada nuevo bajo el cielo. El mercado bursátil se crea como una necesidad de agilizar y viabilizar los intercambios mercantiles. En la medida que se desarrollaba el mercado internacional después de la Revolución Industrial, este se hizo indispensable. Hacia efectivo un derecho básico de la libertad, el de vender y comprar.
Pero al abusar de este derecho, creando una especie de casino especulativo donde se venden y compran valores que ya no tienen nada que ver con la economía productora de bienes y servicios reales, entonces se convierte este mercado en el talón de Aquiles de cualquier sociedad libre.
Ya las generaciones pasadas de EU crearon leyes para evitar en el futuro nuevas crisis de este tipo. Es el caso del ¨Nuevo Trato¨, los cuales fueron disolviéndose ante las transformaciones lógicas de la economía en el tiempo. Ahí esta el reto de la modernización de los servicios financieros firmados en 1999 (que de alguna forma devolvió las catanas a los samuráis de Wall Strett)
Ahora: ¿Por qué tropezar otra vez con la misma piedra? ¿Acaso no existen comisiones de valores y bolsas (SEC) entre otras, encargadas de regular este ¨mercado¨? Además, ¿Por qué un desplome de un mercado virtual tiene que afectar uno real?
¿No serán estas situaciones las que dan argumentos a los neomarxistas y tontos útiles de este mundo al exponer clanes de poder financiero influyen en el gobierno de Norteamérica mas que el pueblo, ese pueblo que se levanta todos los días a producir bienes y servicios, riquezas reales que el mundo admira.?
¿Por qué permitir que 400 especuladores avaros, como los denomino el presidente electo de EU, Barak Obama, puedan poner otra vez a comer en bullones a la nueva generación estadounidense y poner además en duda los fundamentos básicos de la ideología de la libertad y la democracia?
Es aquí donde llego a la conclusión de que, más que una crisis, en los EU se cometió un acto de subversión financiera.
Dicen que las leyes del mercado son ciegas. No tan c iegos como nosotros que en aras de lograr ganancias nos transformamos en maquinas peligrosas, fuera de control y que hace que emane ese egoísmo natural del hombre: después de mí, el diluvio. Una vez se dijo ¨Dejar pasar, dejar hacer¨, No: dejar pisotear, dejar deshacer.
Hablan del fin del neoliberalismo. ¿No será esto a lo que podríamos llamar degeneración de la democracia? Razón tenían los antiguos filósofos griegos al expresar que ¨Para mantener la democracia se necesita mucha virtud mientras que para el despotismo, mucho terror.¨
Según los valores de la bolsa se acerquen a los de la economía real, debe haber una estabilización según la ley del mercado. Es el caso del petróleo, dicen algunos que su valor esta bajando. No, esta tomando su valor real, el que determina le ley de ofert y demanda y no el que imponen los especuladores avaros desde un computador.
Equilibrio señores, equilibrio.
Este es el momento de corregir y demostrar que la economía democrática no genera crisis. Si el despotismo las genera, no lo dudo. ¿Acaso la ex URSS aguanto su primera gran crisis? ¿Acaso Cuba después de nacionalizar el último timbiriche no se vio envuelta en una crisis en la cual ha vivido mi generación?
¿Es que no nos damos cuenta de que estos especuladores avaros, aunque no los únicos, son la cara real de esta crisis. Ellos recuerdan a un niño insoportablemente malcriado que levanta la falda a su madre en plena calle. Esta madre no es más que la libertad.
Exhorto al pueblo norteamericano a no permitir que nadie degenere su democracia. ¡Cómo se sufre al no tenerla! Se los digo yo, ciudadano cubano desde mi urna de cristal.
lunes, 19 de enero de 2009
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