martes, 13 de enero de 2009

El gobierno cubano elimina las trabas a los taxistas privados

Servicios de El Nuevo Herald
LA HABANA

AP
Dos jóvenes aguardan la salida de un taxi, en uno de los paraderos informales de La Habana, una vez todas las plazas del auto se hayan llenado.

Una década después de haberlos suspendido, las autoridades cubanas volverán a otorgar permisos a taxistas privados quienes podrán usar sus viejos automóviles clásicos y hasta motos para mover a la población.

"La experiencia acumulada en la presentación del servicio público... y la voluntad estatal de reanimar dicho servicio en beneficio de la población aconsejan la reanudación del otorgamiento de la licencia'', explicó el Ministerio Transporte en una resolución divulgada el lunes.

Ingredientes típicos en las escenas cubanas de la década de los 90 cuando la crisis golpeó dramáticamente al sector, los carromatos, los bicitaxis o los Ladas soviéticos comenzaron a perder sus autorizaciones para cargar pasajeros o debieron hacerlo de forma ilegal.

Disponible esta semana por la Gaceta Oficial, dos resoluciones --una abriendo la posibilidad y otra regulando la operación-- eliminaron las prohibiciones implementadas en octubre de 1999 y ratificadas en el 2005 con relación a la entregas licencias para los transportistas privados.

Las nuevas normas establecen dos grupos: aquellos cuya servicio es de tipo urbano y los que realizan la prestación en zonas rurales o entre la ciudad y el campo.

En el primer caso los taxistas acordarán libremente el precio y la ruta del viaje "en atención a la oferta y la demanda'' y deberán adquirir su propio combustible.

Para el segundo, las normas establecen que la transportación se realizará por caminos preestablecidos, las tarifas oficiales y se asignará gasolina al conductor.

A comienzos de década, el entonces gobernante Fidel Castro se pronunció en contra de los ‘‘boteros'' como se los denomina en la isla, acusándolos de fomentar el desvío de combustible hacia el mercado negro y de lucrar a costa de la población necesitada.

Su sucesor y hermano, Raúl Castro, reconoció que el transporte es uno de los sectores donde hay mayores carencias.

"Puede ser una ayuda muy grande, una ayuda económica a la familia individual pero también una ayuda a la población porque el transporte todavía esta complicado'', afirmó a la Associated Press, Bárbara Costa, de 71 años, al indicar que ahora su yerno podría usar su Chevrolet clásico como taxi.

Consultados algunos choferes privados en activo indicaron que actualmente pagan unos 600 pesos cubanos ($28 dólares) por su licencia y luego deben realizar declaraciones impositivas a fin de año por las ganancias.

Desde el 2005 una campaña de reanimación invirtió en el sector $258 millones para la compra de 2,000 ómnibus. En la capital sólo se cubre el 23 por ciento de las rutas.

Las nuevas resoluciones indicaron además que el Estado pondrá los precios máximos y realizará estudios para saber cuántos "autos, jeep, paneles, microbús, triciclos y motos'' serán necesarios y en base a eso se ofrecerán las licencias.

Además fijará las rutas --en casos que lo ameriten-- "para atender a las necesidades de la población'' y los lugares donde los taxis podrán estacionarse.

El ministro de Transporte, Jorge Luis Sierra, indicó en declaraciones difundidas en julio por la emisora oficial Radio Rebelde que se había decidido aprobar las licencias operativas de transporte para los choferes privados.

Sierra afirmó que las licencias abarcarían a los transportistas en las zonas rurales del país, donde "no va a llegar el transporte que está llegando ahora'' a la isla, y a los de áreas urbanas.

"Se aprueba una a una [la licencia], se le da el combustible, se le fija la tarifa, se le fija la ruta y el horario. Es como si fuese un ómnibus público para la zona rural'', afirmó en aquella ocasión.

Las licencias operativas de transporte fueron establecidas en 1996 por decreto-ley, en pleno ‘‘periodo especial'', como se denomina en Cuba eufemísticamente a la profunda crisis económica en que se hundió el país con la desaparición de la Unión Soviética y el bloque socialista.

Sin embargo la tramitación de nuevas licencias para los transportistas particulares fueron suspendidas en octubre de 1999.

Fuentes del Ministerio de Transporte informaron a EFE de que la resolución contemplaba la reactivación del trámite de licencias de transporte para áreas urbanas en rutas que no están cubiertas actualmente por el servicio público.

En las principales ciudades del país particulares transportan diariamente a miles de personas con una flota de vehículos que abarca desde los "almendrones'', como se denomina a los coches de los años 40 y 50, camiones de carga, motocicletas y hasta "bicitaxis'', al estilo oriental.

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