Por Dr. Darsi Ferrer
La Habana, 13 de enero de 2009.
Maritza Duartes Díaz y sus dos niños, de 13 y 9 años de edad, fueron amenazados por funcionarios de la entidad de vivienda de 10 de octubre y varios policías de la delegación de “Aguilera”, y corren el peligro de ser desalojados por la fuerza, si no abandonan de inmediato la casa que ocupan desde el pasado 8 de enero de manera ilegal.
Duartes Díaz ha sobrevivido durante años en condiciones de extrema precariedad en un cuartucho inhabitable de 5x4 metros, propiedad del padre de sus hijos, que está desprovisto de baño sanitario y cocina. El techo de vez en cuando larga algún pedazo y representa un serio riesgo para la integridad física de la familia.
En su desesperación, luego de gestionar durante años alguna solución a su caso en múltiples oficinas del gobierno, la Sra. Maritza no encontró otra alternativa que meterse en un pequeño apartamento de dos cuartos, que el antiguo propietario hace un año se marcho del país y el Estado lo mantiene cerrado. La dirección es Santa Ana 302 entre Serrano y Flores, localidad Santos Suárez, La Habana.
Tanto la madre como los niños están aterrados por lo que puedan hacerles con tal de desalojarlos. Por lo pronto, la Dra. Lisset , directora municipal de salud, ya le hizo saber a Maritza Duartes que la echaría de su empleo, como recepcionista de la policlínica “Luís de la Puente Uceda ”, si no salía a las buenas del apartamento. Rogel, el menor de los niños, lleva días descompensado de su afección cardiovascular.
Se responsabiliza a los funcionarios del gobierno y a la policía del daño físico o psicológico que sufran estos seres humanos indefensos y necesitados de ayuda.
lunes, 19 de enero de 2009
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