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Roberto Koltun / El Nuevo Herald
Viciedo, de 19 años, es considerado en Cuba como una estrella de la talla de Omar Linares, el jugador más completo que ha pasado por la pelota cubana posterior a 1959 y quien fue largamente codiciado por los cazatalentos de Grandes Ligas en los años 80.La mayor promesa del béisbol cubano, Dayán Viciedo, logró escapar de la isla y se encuentra en Estados Unidos tras los pasos de otros talentosos compatriotas suyos que han triunfado en Grandes Ligas.
Viciedo, de 19 años, es considerado en Cuba como una estrella de la talla de Omar Linares, el jugador más completo que ha pasado por la pelota cubana posterior a 1959 y quien fue largamente codiciado por los cazatalentos de Grandes Ligas en los años 80.
"Al principio no me gustaba que me compararan con Linares, porque él es casi una leyenda'', afirmó Viciedo durante una entrevista con El Nuevo Herald. "Luego me dio un poco de orgullo. Como tercera base que soy, tengo dos ídolos: Linares en la Serie Nacional [de Cuba] y Alex Rodríguez en las Grandes Ligas''.
Viciedo salió por vía marítima rumbo a México el pasado 20 de mayo, acompañado por su familia. Días después cruzó la frontera mexicana y luego viajó a Miami, donde residen familiares y amigos.
"La mayoría de los peloteros cubanos sueñan con jugar en Grandes Ligas'', dijo Viciedo durante la conversación, realizada este sábado en una vivienda del suroeste de Miami. "Esta es una aspiración que tiene sus riesgos, pero yo estaba dispuesto a correrlos con tal de intentarlo. Por dentro, uno desea saber si tiene un lugar entre los mejores del mundo, si pertenece a la élite''.
Las versiones sobre la fuga de Viciedo comenzaron a circular desde finales del pasado mes entre los aficionados cubanos.
Una fuente cercana a la Federación Cubana de Béisbol confirmó a El Nuevo Herald la semana pasada que las autoridades deportivas conocían ya la salida ilegal del joven con destino a México. Su nombre no figuraba entre los 43 preseleccionados para conformar la escuadra antillana a las Olimpiadas de Pekín 2008.
"Es un muchacho con un talento tremendo, pero en los últimos tiempos se había desmotivado y se esforzaba poco'', declaró la fuente bajo condición de anonimato.
Viciedo reconoció que en el último año su mente sólo giraba en torno a la aventura que estaba ya decidido a emprender.
"Todavía aquel es un béisbol muy bueno y están surgiendo jóvenes promesas con mucho talento, pero en general el nivel ha bajado [en comparación con décadas pasadas], la caída ha sido abismal'', expresó el deportista. "El último año fue muy duro para Cuba en el ámbito internacional por algunas derrotas''.
Nacido el 10 de marzo de 1989 en Remedios, provincia de Villa Clara, Viciedo ostenta la más espectacular irrupción del béisbol cubano del siglo XXI después de Kendry Morales, jugador del equipo Industriales que abandonó Cuba en una lancha en el 2004 y pertenece actualmente a la franquicia de los Angelinos de Los Angeles.
"Dayán va a dar mucho de que hablar en las Mayores'', expresó su agente, el abogado puertorriqueño Jaime Torres. "Ha llegado con juventud, es muy versátil y sus condiciones son excepcionales. Muy pronto lo veremos vistiendo el uniforme de algún equipo de Grandes Ligas. Sinceramente, me recuerda mucho a [el dominicano de los Medias Rojas de Boston] Manny Ramírez''.
Con 1.83 metros de estatura y 92 kilos de peso, Viciedo descuella por sus condiciones de bateador de poder y versatilidad a la defensa, con habilidades para desempeñarse como campo corto, tercera base, jardinero e incluso lanzador. Sus lanzamientos están por encima de las 90 millas, aunque confiesa que su etapa de monticulista "quedó definitivamente atrás''.
Desde los nueve años integró equipos Cuba en las categorías infantil y juvenil, y en el 2004, con sólo 15 años, inició su trayectoria en la 44ta. Serie Nacional de la isla.
Ha logrado lo que ningún otro prospecto cubano consiguió en su momento: participar al mismo tiempo en tres certámenes de diferentes categorías: 15-16 años, juvenil y mayores. En enero del 2006 se convirtió en el jugador más joven en participar en un Juego de Estrellas, y ese mismo año fue incluido en la preselección cubana para el I Clásico Mundial de Béisbol, celebrado en Estados Unidos.
"En varias ocasiones, scouts de Grandes Ligas se me acercaron para hacerme propuestas'', reconoció Viciedo. "Desde hace un par de años ya tenía la idea de querer probarme con los mejores del mundo. Estoy viviendo el principio de un sueño que espero sea muy bonito''.
Como integrante del equipo Villa Clara, en cuatro series nacionales compila para promedio de bateo de 290, con 300 hits conectados, 36 jonrones y 162 carreras impulsadas.
El mánager villaclareño Víctor Mesa dijo en el 2006 que "Viciedo es un diamante en bruto, fácil de pulir'', y pronosticó que en un par de años se convertiría en una estrella.
Su trayectoria internacional incluye torneos regionales y mundiales en categorías infantiles y el campeonato panamericano juvenil en México, en el 2004, en el cual fue elegido como el jugador más valioso.
El arribo de Viciedo a Estados Unidos se produce pocos meses después de que Alexei Ramírez, integrante de la selección nacional y líder de jonrones de la temporada cubana del 2007, usara un viaje familiar a República Dominicana como trampolín para romper sus vínculos con Cuba y firmar un contrato con Grandes Ligas.
Ramírez, de 25 años, firmó en enero un contrato de $4.75 millones con los Medias Blancas de Chicago y se encuentra actualmente alineando como jardinero regular, junto a su compatriota José Contreras, lanzador de primera línea de los equipos Cuba y quien desertó en el 2002.
Tanto Ramírez como Contreras, así como los torpederos titulares Yunel Escobar (Bravos de Atlanta) y Yuniesky Betancourt (Marineros de Seatle) engrosan la lista de jugadores cubanos de Grandes Ligas que son representados por Torres.
"Yo no podía saber mucho de ellos, porque allá hablar de Grandes Ligas es un tema difícil y puede poner sobre aviso a gente que no siempre te quiere hacer bien'', reconoció Viciedo. "Pero en los hoteles donde nos hospedábamos durante la serie podía ver pequeños chispazos por los canales extranjeros''.
Según Torres, el próximo paso para Viciedo será aclarar su situación respecto a las Grandes Ligas con el objetivo de integrarse al sistema de juego. De acuerdo con la política migratoria que protege a los cubanos, Viciedo y sus familiares podrán ajustar su estatus y convertirse en residentes permanentes de Estados Unidos a la vuelta de un año y un día.
"Legalmente, él pudo haber sido elegido en el draft de Grandes Ligas [que terminó el viernes], pero no fue escogido por ningún equipo, de ahí que pueda convertirse en agente libre'', indicó Torres. "Espero tener una respuesta de la oficina del comisionado bien pronto. Si esto no prospera, entonces trataríamos de llevarlo a un tercer país, donde sí podrá firmar como agente libre''.
Mientras Torres se ocupa de los trámites burocráticos que allanarán el camino de su cliente hacia las Grandes Ligas, Viciedo trata de ver todos los juegos que pasan por la televisión y sueña con vestir un uniforme de profesional lo antes posible.
"Mi equipo preferido son los Yankees, pero si no es con ellos, cualquier club que quiera tenerme no se va a arrepentir, porque daré más del ciento por ciento de mi esfuerzo'', manifestó Viciedo. "Estoy consciente de que ahora es cuando comienza todo''.
Viciedo anunciará oficialmente su presencia en Estados Unidos y sus planes de ingresar en Grandes Ligas durante una conferencia de prensa fijada para el próximo lunes, a las 11 a.m., en la Extreme Baseball Academy de Hialeah.
Las deserciones de deportistas cubanos han marcado una espiral en los últimos meses. En marzo siete integrantes del equipo nacional de fútbol abandonaron el torneo preolímpico en Tampa y pidieron asilo en Estados Unidos, con el propósito de convertirse en jugadores profesionales.
El pasado mayo, la campeona mundial de judo Yurisel Laborde se desmarcó de la delegación cubana que participaba en el Campeonato Panamericano de Judo y anunció su decisón de permanecer en territorio estadounidense. Laborde era favorita para ganar una medalla olímpica en Pekín este verano.
El reportero Raúl Rodríguez Tiel de El Nuevo Herald contribuyó con esta información.
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