2008-11-11.
Pablo Silva Cabrera, Presidente del Partido Solidaridad Democrática, Miembro de la Unidad Liberal de La República de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Imagínese que usted sea el propietario de una agencia de venta de automóviles, y uno de sus empleados se dedique a explicarle a posibles compradores, todos los defectos y presuntas dificultades técnicas que pueden presentar los autos que allí se venden. Seguramente lo despediría, porque ese empleado o es un mal vendedor, o está empeñado en llevarlo a usted a la quiebra.
Esa es la impresión que tengo cuando veo a personas que hacen llamarse opositoras y se dedican a descalificar a esa misma oposición a la que pertenecen; con argumentos tan discutibles como: de que la oposición democrática no puede ser una alternativa de poder por su fragmentación y el protagonismo de sus principales figuras, o porque atacan los proyectos presentados por otros y están divorciados de la población. Los mismos argumentos que esgrimen los enemigos solapados o abiertos de la democratización de Cuba.
¿Cuál es la fragmentación que existe en Cuba, si en la actualidad coexisten cuatro o cinco bloques políticos con posiciones que en su mayor parte son coincidentes? En cualquier país latinoamericano se presentan más agrupaciones políticas a las elecciones. Uno de los rasgos más sobresalientes de la democracia es la libertad para criticar las posiciones de los otros; ¿no se dice: que la democracia es una discusión?
¿Acaso no hemos vistos verdaderas riñas tumultuarias, con golpes y lanzamiento de objetos, en los parlamentos latinoamericanos y de la culta Europa? En Cuba por lo menos no nos caemos a golpes. ¿Cómo se puede decir que la oposición está divorciada de la población si está presente en cada desalojo, o cualquier otro de los frecuentes actos de abusos contra el pueblo; y está presente en la mayoría de los casos, por solicitud de esas personas abusadas que corren a avisar a la gente de los derechos humanos, como genéricamente nos califica la población?
En Cuba la oposición democrática no va a tener un partido único con un líder carismático al frente, ni va a copiar fórmulas totalitarias; por que por esa vía no se llega a la democracia. La realidad es que la oposición democrática se convirtió, desde hace tiempo, en la auténtica alternativa a la dictadura, porque más allá de sus virtudes y defectos, está compuesta por hombres y mujeres que han tenido la entereza moral para soportar todos los ataques del Régimen totalitario y mantenerse en la lucha. ¿O es que acaso de dentro de la dictadura podría salir una alternativa mejor o será que para Cuba no hay alternativa?
Tengamos cuidado con esos malos vendedores de autos y de ideas, no sería raro que estuvieran trabajando para la competencia.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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