lunes, 24 de diciembre de 2007

El Editorial de Consenso, 24 de diciembre de 2007

Grupo Mediático

Espacio de reflexión, noticias, arte y debate del pensamiento progresista cubano. Propuesta del Arco Progresista
Correo electrónico: gmconsenso@yahoo.es

El Editorial de Consenso
(edición del lunes)

El pasado 22 de diciembre hubo algo de celebración en toda Cuba. El Día del Maestro invita todos los años a alumnos, padres, maestros, profesores y autoridades a convidar, recordar y a la entrega de presentes a quienes dedican diez meses del año a una de las profesiones más nobles, interesantes e importantes para cualquier sociedad moderna que piense en el progreso de sus ciudadanos. Consenso saluda a maestros y profesores, y a todos aquellos que indirectamente hacen posible que el proceso educacional se mantenga ininterrumpidamente en nuestro país. Pero si el proceso educativo logra mantenerse durante todo el año, Consenso se pregunta, junto a padres y profesores, por la calidad, las condiciones, los conceptos y el nivel de la educación actual en Cuba. La respuesta, desde todos estos ángulos, parece ser negativa. La opinión generalizada es la de que, sostenidamente, la educación en nuestro país colapsa tras la aparente cortina de un ámbito que, al lado de la salud, recibe la más alta prioridad por parte del Estado. Y, como en los últimos años, la educación declina tanto en calidad, nivel de aprendizaje como en las condiciones mismas del proceso educativo.

Fijémonos en las escuelas en el campo que surgen en Cuba de manera excepcional en 1973, con el pretexto de poner en práctica el principio martiano de combinar el estudio con el trabajo. Si al comienzo de esta experiencia se mantuvieron Escuelas Secundarias Básicas e Institutos Preuniversitarios en las zonas urbanas, estas han ido disminuyendo de forma gradual y actualmente solo en casos excepcionales quedan algunas de ellas en algún municipio del país. Eso está queriendo decir que la mayoría de los adolescentes y jóvenes cubanos se encuentran becados en esos centros internos. En sus inicios, este tipo de escuelas poseía condiciones de vida aceptables, tanto para los alumnos como para los profesores, pero en la actualidad se han convertido en lugares de confinamiento de la juventud cubana, no de aprendizaje, donde prevalecen “la metedura de pie”, lo que en la jerga delincuencial reproduce la ley del más fuerte; la obscenidad como modo de comunicación; la escasa educación formal y la ruptura en la escala de valores, todo lo cual conlleva a que frecuentemos todo tipo de agresiones que provocan mutilación psicológica y física y que en no pocos casos han producido la muerte de algunos estudiantes. Ni que decir que este tipo de relación y situaciones son frecuentes también entre alumnos y profesores. El ambiente de matonismo, violencia e irrespeto predominan por encima del propósito educacional de este tipo de centro educativo. ¿Favorece este clima la enseñanza y el aprendizaje apropiados y de nivel en más del 80 % del estudiantado cubano en los niveles básico y preuniversitario? Esta es una pregunta retórica que Consenso se hace para reflejar y expresar el malestar de padres, maestros y educandos responsables que saben que muchas generaciones se pierden, no solo para el conocimiento sino para los valores que le deben acompañar. Esta situación permite explicar muchas cosas: la falta de maestros y la improvisación obligada que intenta cubrir un déficit con la preparación de maestros emergentes sin capacidad y en muchos casos sin interés por la enseñanza, que ven como algo transitorio en sus vidas; el desestímulo para muchos estudiantes; el bajo nivel de aprendizaje y fijación de conocimientos que enmascaran los sistemas de evaluación poco rigurosos y el fraude cubierto o incubierto en muchos centros educacionales, así como el pase a niveles universitarios sin la debida preparación y careciendo de conocimientos elementales. Si a ello agregamos la poca remuneración que reciben maestros y profesores, las difíciles y magras condiciones con las que trabajan aquellos que persisten por amor en su profesión, cabe preguntarse por el futuro de la educación en Cuba si la miramos con responsabilidad y criterio riguroso.

Consenso participa de la preocupación de muchos padres y maestros por el futuro de sus hijos y el futuro de la sociedad en la era del conocimiento. Ya se gradúan muy pocos científicos, las humanidades carecen de cultivadores serios y el lenguaje se empobrece a falta de una enseñanza comunicativa que solo fortalece el analfabetismo emocional de niños, jóvenes y adultos. En algún tiempo se podía decir que la enseñanza en Cuba se preocupaba al menos por el conocimiento, aunque abandonaba el saber vivir entre sus ciudadanos. Hoy continúa abandonada la enseñanza en sociedad y se abandona la enseñanza del conocimiento. Y pese a todo ello, el sistema de educación adopta la última moda de separar a los cubanos de los extranjeros en las condiciones de aprendizaje. Ahora tenemos centros con las mejores condiciones para quienes vienen del exterior y centros casi inhabitables y ciertamente invivibles para los estudiantes y profesores cubanos. ¿Qué hacer con la educación? Consenso cree que se debe empezar por escuchar las preferencias de los padres y el saber de maestros y profesores experimentados que saben muy bien que la ideologización y politización del conocimiento son el peor camino para la sociedad del futuro y del presente.

Consejo Editorial GM. Consenso 24 de diciembre de 2007

Conozca “El Estilo de Consenso” la Escuela de Comunicación Social de nuestro Grupo Mediático. Prepárese para opinar sobre “Noticias Consenso”, la propuesta de periódico nacional de nuestro Grupo. Conéctese con nosotros a través de nuestro correo electrónico

No hay comentarios: