2008-07-19.
Lic. Oscar Peña, Director, Comité Cubano Pro Derechos Humanos
www.opositorcubano.com
Algo insólito y criminal contra la apertura nacional que todo el pueblo cubano esperaba está sucediendo en Cuba. Fidel Castro, el hombre que ha estado 50 años con el poder absoluto de nuestra nación, y que tuvo que salir del poder por graves problemas de salud, está desde su lecho de enfermo conspirando, preparando y ejecutando un Golpe de Estado dosificado contra su sucesor y hermano el general Raúl Castro, porque este tuvo la inteligencia política de tratar de intentar proyectar el comienzo de las necesarias reformas y cambios que el país requiere.
Aquel joven egresado de abogado de la Universidad de la Habana que tanto criticó y atacó a Fulgencio Batista por considerarse imprescindible para el país y dar un Golpe de Estado en l952, hoy está haciendo lo mismo contra su sucesor que intentaba abrir rendijas de aire y libertad a la prisión nacional que es Cuba. Fidel Castro está finalizando su vida como uno de los dictadores más largo de la historia y como un clon golpista de Fulgencio Batista.
Apenas unos meses después de crear Raúl Castro la ilusión nacional de cambios importantes en Cuba, ha surgido una escondida mano negra –y no tan escondida- porque se lee entre las líneas de sus reflexiones, y se descubre en las llamadas diarias de su ayudante Carlos Valenciaga a altos dirigentes, ministros, funcionarios, embajadores del país, y a los directores del Granma y Juventud Rebelde y otros medios de prensa poniendo obstáculos al despegue del país.
A Fidel Castro le dio un ataque de histeria cuando se enteró que Raúl Castro quería soltar a todos los presos políticos de una vez. Ni con 82 años y enfermo renuncia a seguir siendo el policía político y dueño del país. Ya hoy dentro de Cuba e internacionalmente es vox populi que hasta que el comandante no se vaya al descanso eterno como Stalin, Franco y otros dictadores en Cuba no habrán reformas sustanciales.
Todos dentro del régimen saben de lo que es capaz ese hombre mientras respire para tener en sus manos la llave del candado nacional que encierra a la isla. Inexplicablemente en Cuba no solo el pueblo tiene miedo, hasta el propio general Raúl Castro lo ha sentido, también su hijo Fidelito y su sobrina Mariela. Un miedo justificado por lo radical, salvaje y despiadado que ha sido su hermano y los extremistas que lo siguen con amigos y compañeros de lucha. Fidel Castro nuevamente ha vuelto a enterrar los sueños y esperanzas del pueblo cubano. Lamentablemente para la nación cubana Raúl Castro ha vuelto a ser un megáfono de los extremismos de Fidel Castro.
Cuando Cuba sea libre, la primera propuesta ciudadana que debemos hacer es que se haga un profundo, valiente y honesto estudio, análisis y conclusión del por qué los cubanos hemos sido tan manejables y subordinados por medio siglo a los caprichos de un hombre que solo ha perseguido ser una estrella mundial al costo de un pueblo. Una comisión nacional de psiquiatras, sicólogos, humanistas, filósofos, historiadores y sociólogos tienen que sentarse a meditar e investigar qué ha sucedido en la nación cubana, cual es el motivo de ese cáncer nacional del alma cívica cubana. Debemos investigar la causa para determinar que debemos hacer para curarnos.
El problema del caudillismo es muy grave y lo podemos arrastrar mañana, o caer en el otro extremo -algo también muy grave- y es que como no hemos sabido ser ciudadanos pensantes en medio siglo, al saborear la democracia y libertad, demos un irresponsable bandazo y llevemos a Cuba al dañino libertinaje. Alguien dijo que los cubanos no llegábamos a la meta, o nos pasábamos. Tenemos que saber buscar el centro del problema donde habita la prudencia, el buen juicio y la sabiduría.
Cuando el Comité Cubano Pro Derechos Humanos reitera que Cuba necesita reformas, a lo que realmente nos referimos es que Cuba necesita libertad para promover ideas, para iniciar negocios y proyectos, para poseer bienes, para agruparse acorde con su forma de pensar e intereses y para tener cada cubano el control de su destino. En fin, lograr un estado y una ciudadanía seria y con derechos para todos. Donde se borre la oración hay que irse del país, por la de quedarnos todos en nuestro terruño con amor, libertad y producción.
La nación cubana necesita grandes reformas. Desde hace muchos años el CCPDH está expresando y abogando por resolver los problemas de Cuba Entre Todos. Desde 1990 hemos propuesto una mesa nacional entre cubanos, buscando implantar no el capitalismo, ni el comunismo salvaje, sino el socialismo democrático.
Siempre insistimos en esta pregunta: ¿por qué Chile y Costa Rica pueden tener cuidado de salud y educación con libertad y los cubanos no? Ha sido Fidel Castro el que nos ha encasillado como agentes de la CIA y enemigos para descalificarnos, y hoy cuando con su propio hermano parecía venia para Cuba una paloma blanca de paz, progreso y un poco de libertad se ha levantado de su lecho de enfermo a ejecutar un golpe de estado a su sucesor.
Pensemos que esta pública denuncia pueda ayudar a debilitar la nueva maniobra del dictador en jefe.
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