martes, 22 de julio de 2008

TORTURAS AVALADAS

2008-07-22.
www.miscelaneasdecuba.net

Iván Hernández Carrillo, Prisionero de Conciencia de la Causa de los 75
A varios hermanos del presidio político les he explicado que se me hace imposible escuchar los discursos de los principales dirigentes del régimen; cólera fácil de aducir, aún evitándolos, reiteradamente los escucho aseverar, entre otras muchas mentiras, la ausencia de torturas y desaparecidos, en su represión e inclusive, ponen de ejemplo los sucesos acaecidos en la prisión Iraquí de ABUH GHRAIB para demostrar que EE.UU. si recurre a esa abominable práctica.

Reiterar la ausencia de torturas en su régimen es una mentira encolerizante para todos los que la sufrimos y la sufrieron en carne propia. La anterior afirmación la puedo avalar haciendo alusión a las torturas consumadas contra los presos políticos quienes, además de soportar las extremas condiciones de vida en las cárceles, también lidiamos con las golpizas, ataques amenazas y otras muchas agresiones que nos propinan sus mercenarios, y en ocasiones sus verdes uniformados; pero yo no necesito las pruebas anteriores para desmentir al flamante presidente del Gobierno cubano, general Raúl Castro, cuando conozco crímenes cometidos por sus propias fuerzas represivas y que son tan atroces como los de ABUH GHRAIB.

A principios del año 2006, cuando el escándalo de la susodicha prisión iraquí estaba en su apogeo, llegué a la prisión del “PRE” en Santa Clara, donde fui testigo ocular de un sinnúmero de abusos y torturas a manos de sus principales jefes con el protagonismo del capitán Delvis López Quesada, Jefe de la prisión; del Teniente Ariel Jovel,;el Sub-Oficial júnior jefe de reeducación; los mellizos, Fabre y otros conocidísimos personajes de participación muy activa en episodios violentos.

En esta prisión me tropecé con el joven Alexander García Lima, del reparto “José Martí” en la ciudad de Santa Clara, quien seis meses antes de yo llegar a esta prisión, había sido víctima de una brutal tortura. Me contó Alexander que el mismo día 13 de agosto, cuando el ex gobernante cubano Fidel Castro cumplía 79 años de edad, recorrió las calles de la prisión portando una enorme sábana blanca grada con un letrero que decía ¡ABAJO FIDEL!

Inmediatamente recibió la respuesta violenta y brutal de los principales jefes de la prisión a los que hice alusión anteriormente: lo arrastraron por toda la calle a la vista de los demás reclusos hasta el área que ocupan las celdas de castigo. En este lugar se ensañaron con él propinándole una fuerte paliza al extremo de hacerle escupir los dientes, como le habían prometido, mientras otros lo pateaban, provocándole contusiones y varias heridas en el rostro y la cabeza. Incluso algunas requerían de suturas, pero no le dieron asistencia médica, lo desmayaron y lo tiraron en una de esas sucias celdas tapiadas, sin luz eléctrica, sin agua y a merced de la buena de Dios.

No debe sorprender a nadie la impunidad para los militares perpetradores de esta tortura: "Castro no tiene un pelo de bobo, él mismo no iba ha proveerle al mundo las pruebas reveladoras de la verdadera naturaleza de su régimen. ¡Imagínense los titulares si hubiera castigado a estos secuaces! "Oficiales de la fuerza represiva de la dictadura castrista fueron castigados por cometer los mismos crímenes perpetrados en ABUH GHRAIB."

!No! Él nunca iba a permitir eso. Lo que sí ocurrió fue la desaparición de Alexander; en el argot presidiario “desaparecer" quiere decir ser trasladado para una prisión en un recóndito lugar como castigo. En este caso hacia la Prisión de Máxima Severidad de Agüica en Colón, provincia de Matanzas, a unos 120 km. de distancia de su casa y de su familia. A modo confidencial, dudo mucho que el joven Alexander salga con vida de estas prisiones, porque su testimonio algún día le podría demostrar al mundo que las torturas sí forman parte de la represión del régimen al más alto nivel.

El anterior caso no es el único que conozco. Eso dice que es un método utilizado con bastante frecuencia por la tiranía. Pero antes de continuar quiero darles una explicación que le he dado a mis hermanos del presidio político sobre la importancia de escuchar la verbosidad de los principales dirigentes del régimen, punto de vista que dio origen a este escrito. Muchos de nosotros escuchamos estos discursos atentamente aunque no los soportemos porque a partir de esta palabrería surgen las armas de nuestra lucha, por ejemplo :

"Las bibliotecas independientes nacieron tras Castro aseverar ante la prensa nacional y extranjera acreditada en La habana, en febrero de 1998, que en Cuba no habían libros prohibidos. Apoyándose en su afirmación, el matrimonio formado por Bertha Mexidor y Humberto Colás Castillo lograron abrir una brecha de libertad en sus garras”. Este trabajo va demostrando que desde sus mismas mentiras nacen las armas para combatirlos, como también es verdad que nos hizo pagar con creces la osadía a los bibliotecarios independientes, pues cuando le dio la gana nos metió a la cárcel y a cumplir largas condenas.

Hace apenas unos días el General de Ejército Raúl Castro, actual presidente, dijo públicamente que en Cuba no existe un solo caso de torturados ni desaparecidos. Aún los medios de prensa controlados siguen haciendo mención a estas elegantes declaraciones como algo inmaculado, puro, y casto.

Sin embargo, a solo 270 km.de distancia de sus propias narices dos oficiales de su propio cuerpo represivo ponen a prueba la susodicha falta de tortura. El negrito de Camajuani, como se le conoce al joven Rafael Espinosa Gonzáles, de 31 años de edad, mientras se encontraba aislado en una de las celdas de castigo de la Prisión de “Guamajal" en Santa Clara, fue víctima de una brutal tortura por oficiales de esta penitenciaría que responden al nombre de Alexander y el otro por su apellido Osorio; ambos perpetraron una espeluznante golpiza contra el reo.

Según Rafael, primero el 24 de Mayo y después el lunes 26, repitieron la tortura: "Me golpearon sin razón, ni justificación, me golpearon porque les caigo mal, me avasallaron y ahora quieren levantarme causa por Atentado. Mira como me dejaron: me ocasionaron tres heridas en la cabeza que requirieron 13 puntos de suturas, me fracturaron el antebrazo derecho, me provocaron este hematoma bajo el pómulo del ojo izquierdo y me ocasionaron una hemorragia en el ojo derecho ….” y continuó: “Me dejaron tirado en el suelo de la celda tinto en sangre. Perdí el conocimiento y recobré el mismo cuando estaba en hospital…”.

Igual suerte han corrido otros reclusos en esta penitenciaría, como Iván Marrero Muñoz y Erik Morejón Castillo, más reciente. Pero no pienso hacer alusión a los mismos; lamentablemente las torturas se han convertido en una realidad demasiado frecuente, que amenaza con hacerse algo común y que pudieran evitarse y prevenirse. Es por ello que volvemos nuestra reflexión, una vez más, sobre este peligroso tema al que por desgracia el régimen cubano apoya con el silencio.

Si hay alguien pensando que lo anterior ocurrió porque unos secuaces de Castro hicieron caso omiso a sus palabras, lamento decirles que la realidad es otra; los torturadores prefieren seguir una máxima bien racional que dice así: “Haz lo que yo hago y no lo que yo digo." Raúl Castro es un orador poco locuaz pero capaz de insertar un sinfín de hermosas palabras en sus discursos, por eso su hacer lo tilda de inexorable. Prueba de ello es la continuidad de esta férrea tiranía que ha llevado a prisión a varias decenas de miles de cubanos amantes de la Libertad y la democracia.

Este buen ejemplo que usted predica a otros, es lo que el pueblo cubano le exige: cero tortura y cero desaparecidos. Predique con el buen ejemplo y sea flexible, pues únicamente en una verdadera democracia los crímenes que hoy se cometen en sus prisiones, no quedarían impunes.

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