lunes, 28 de julio de 2008

Un atleta marginado

Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Edilberto González Pérez saltó de la fama al ostracismo. Era campeón nacional absoluto y doble medallista iberoamericano de apnea cuando lo excluyeron de una tentativa de récord organizada por los franceses en la isla Martinica, en abril del 2006. Sabía que no lo llevaban por haber rechazado el carné de la Juventud Comunista, lo cual le parecía injusto y antideportivo.

El atleta confiesa que quiso protestar, pero desconocía los mecanismos. ¿A quién acudir en un país cuyo régimen político depende de un hombre? ¿Cómo seguir en las competencias sin afiliarse a las instituciones del gobierno? Finalmente canalizó su descontento a través de un cartel contra la dictadura de Castro en la tribuna levantada frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, donde fue detenido por dos oficiales de la Seguridad del Estado y trasladado a la estación policial de 21 y C, en El Vedado; de esta lo pasaron a Villa Maristas, centro represivo de la policía política cubana.

Periodista: ¿Qué pasó después?

Edilberto: Puse el cartel el 22 de diciembre de 2006, a las dos de la tarde. Estuve unas horas en 21 y C y 49 días en una celda de Villa Maristas. Los interrogatorios eran constantes y ofensivos. Un teniente coronel de apellido Cortina quería saber mis vínculos con los grupos que luchan por los derechos humanos en Cuba; me preguntaba a qué organización pertenecía, quién me mandó, por qué escogí ese lugar, cuánto me pagaron, etc. Para ellos yo soy un loco.

P: ¿Recibías visitas?

E: Si. Me concedían 5 o 10 minutos con un familiar una vez a la semana, pero no podía hablar del caso. El encuentro se efectuaba en una habitación con cámaras de vídeo y en presencia del instructor de la Seguridad del Estado.

P: ¿Por qué no te llevaron a los tribunales?

E: Dijeron que el expediente quedaba sobreseído y que lo pasarían a los tribunales si tenía otro problema o me afiliaba a alguna organización no oficial. Creo que influyó mi trayectoria deportiva y el hecho de no tener antecedentes penales. De todas formas fueron al barrio a denigrarme por “contrarrevolucionario” y no permitieron mi incorporación al campeonato provincial ni al equipo nacional de apnea.

P: ¿Te has vinculado a algún grupo opositor?

E: Volví a poner un cartel en el mismo lugar, el 10 de enero de 2008, pero no estoy afiliado a ningún grupo opositor, aunque coincido con muchos de sus puntos de vista y no coopero con las actividades ni las organizaciones de la dictadura.

P: Explícame que pasó entonces.

E: Solo estuve 15 minutos mostrando el cartel que escribí: “Abajo la dictadura de Castro”. Me hicieron un cerco policial, me introdujeron en un ómnibus de cadetes, luego en una patrulla hasta el edificio FOCSA, de donde me trasladaron a la estación de 21 y C y de esta a Villa Maristas. Otra vez la celda y los interrogatorios hasta el 15 de febrero cuando me envían a la cárcel de Valle Grande. Conocí entonces a Juan A. Bermúdez Toranzo, quien me dio el teléfono de Juan C. González Leyva, un abogado ciego que denuncia la represión. Cuatro días después de llamarle, el 7 de mayo, me devuelven a Villa Maristas. Allí me encerraron en la celda de castigo número 47, pero como no me atendían me negué a comer y grité consignas contra el gobierno. El 9 de mayo me llevaron a la casa sin documentos para que no me moviera…

P: ¿Y el juicio?

E: Fue el 17 de julio. Me pareció una farsa a excepción del abogado. El fiscal y los jueces parecían ajustarse a un guión político. Creo que pudieron condenarme a tres años por desacato a la figura del gobernante cubano. Me condenaron a un año de trabajo correccional sin internamiento, bajo control judicial.

P: ¿Crees que te favorecieron las circunstancias y tus rendimientos deportivos.

E: Creo que sí. Tal vez me favoreció el lugar de los hechos, la denuncia de mi encarcelamiento y los resultados deportivos dentro y fuera de la isla. Lo peor es que antes del juicio la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas me comunicó la expulsión definitiva del equipo nacional de apnea.

P: Tu trayectoria como atleta.

E: El deporte es mi vida. A los cuatros años comencé los estudios de natación en la piscina olímpica del Cotorro, donde vivo. Alterné la natación con judo, lucha libre y fútbol. A los 18 años pasé un curso de buceo en el Club Barracuda, en Miramar, y un entrenamiento de salvamento acuático. Trabajaba como salvavidas cuando me puse en contacto con los atletas de apnea en piscina; me hicieron una prueba e integré el equipo de la capital. Hice 78 metros por debajo del agua, el récord nacional era de 68. Obtuve segundo lugar en apnea estática con 4 minutos y 8 segundos sin respirar. Participé en cinco campeonatos nacionales y recibí 4 medallas de oro, 5 de plata y una de bronce. Asistí también a los Juegos del Alba y al Campeonato Iberoamericano en Ecuador, en febrero de 2006. En esos eventos y en otros topes logré medallas. Era el máximo acumulador masculino cuando me excluyen. Mi registro fue de 82 metros en dinámica libre y de 115 con aletas por debajo del agua.

P: Todo eso con un equipo no priorizado, como el béisbol, el atletismo o el boxeo.

E: La apnea es un deporte joven en Cuba, sin mucho apoyo oficial ni base de entrenamientos ni estímulos. Las modalidades de piscina las inició el mítico Pipín (Francisco Ferras) en 1997, quien vive ahora en los Estados Unidos. En 2004 la cosa empezó a mejorar cuando Deborah Andoyo, multirecordista mundial al igual que Pipin, asumió la Federación. Perdemos mucho talento pero podemos competir con Italia, Francia, Alemania.

P: ¿Eres débil visual?

E: Si, pero he tenido que imponerme, padezco de miopía degenerativa elevada y no puedo operarme ni contar con la ayuda de la Asociación de Ciegos y Débiles Visuales, pues esta ha sido amedrentada por la Seguridad del Estado. Ya me expulsaron. Yo les brindaba entrenamiento y los representé en el Marabana, donde fui campeón nacional de discapacitados.

P: ¿A qué te dedicas ahora? ¿Pudieras ser entrenador?

E: Por el momento sobrevivo con la pesca y trato de mantener la forma deportiva. Hace algún tiempo entrené al equipo provincial de Ciego de Ávila, pero dudo que ahora me den una oportunidad de ese tipo. Para mí todo es a pulmón, como la apnea.

culturakiss@yahoo.es

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