Por: Lic. Adela Soto Álvarez
3 de septiembre del 2008
Consternada me quedé cuando recibí la noticia de que Estrella García habia fallecido de una penosa enfermedad, en su residencia enclavada en el Cuchillo de Zanjas (Barrio Chino) en ciudad de La Habana.
No podía creerlo porque en ningún lugar de la Internet apareció la defunción, ni siquiera la radio en sus múltiples programas de corte político.
Sin poder dar crédito, busqué y busqué en todos los sitios digitales, incluyendo a Radio Martí para donde la difunta también fue voz diaria, con el ánimo de que el mundo conociera de abusos, detenciones, violaciones, y acosos de la oposición pacifica. Hasta que al fin encontré un breve recuento en la página Misceláneas de Cuba escrito desde La Habana por Aimeé Cabrera periodista independiente.
Me puse a pensar lo poco que somos en este mundo, y lo rápido que se olvidan las vicisitudes que hemos pasado en el duro oficio de hacer periodismo independiente, en un país totalitario donde la Seguridad del Estado no cierra sus fauces hambrientas contra los que nos dedicamos al arte de decir la verdad sin tapujos ni apodos y en medio de las más increíbles carencias materiales.
Y lo fácil que es para otros, adueñarse de los medios de difusión en un abrir y cerrar de ojos., ganarse premios importantes y subir como la espuma de la noche a la mañana, sin tener una sacrificada historia opositora, y mucho menos sin haber sido blanco del aparato represivo y sus secuaces.
Por lo que considero justo y honesto decir y no porque este muerta, que Estrella, no la invento nadie, existió dentro de la lucha independiente pacifica, y siempre tuvo a disposición de la prensa independiente su vivienda particular en el Barrio Chino.
Su casa fue oficina de trasmisiones de varias agencias pertenecientes a Nueva Prensa Cubana. Desde su teléfono salieron para el exterior millones de denuncias, incluyendo todo el proceso de la Primavera Negra y cuando comenzaron a desaparecer a causa de la represión los medio de transmisión para el exilio y a disposición de la prensa independiente, él de ella continuo prestando sus servicios, sin importarle las represiones del sistema.
La salita de su modesto apartamento es testigo de la presencia de los periodistas independientes Raúl Rivero, Jorge Olivera, Omar Rodríguez Saludes, Graciela González Alfonso, Maria Elena Rodríguez, Luis Cino, Aimeé Cabrera, Dorka de Céspedes, Miguel Galván, Fabio Prieto, Adela Soto, Luis A Pacheco, Jewsú Gloria Pérez Arce, y un largo de etcéteras.
Yo particularmente cuando fui acusada y condenada el 18 de marzo del 2003 y tuve que aparentemente silenciarme ante el acoso continuado y las constantes detenciones y registros, puedo dar fe que me sirvió de enlace desde Pinar del Río donde me encontraba confinada, hasta Miami, y jamás dejó de pasar una de mis denuncias e informaciones, las que a duras penas le dictaba desde un teléfono público burlando la vigilancia policial.
No creo justo que su muerte pase como el viento y no deje el eco que merece su labor opositora, su valentía real de mujer cubana, sus años de lucha por la democracia de su país, su ejercicio en la difícil labor de comunicadora social independiente sin servicios de Internet, máquina de escribir, u otros medios de trabajo. Porque sus denuncias siempre fueron escritas en un papel desechable, a lápiz, al igual que lo tiene que hacer el resto de los periodistas y opositores pacíficos que nada atesoran.
Estrella García Rodríguez, no solamente se dedicó a la prensa independiente, también fue fundadora del Comité Cubano por los Derechos Humanos desde la década de los 80, una de las primeras mujeres que se destacó en su labor opositora sin importarle la represión y la persecución existente en esos momentos.
Conocemos que en el momento de su muerte continuaba haciendo periodismo independiente para la agencia de prensa Habana Press, perteneciente al proyecto periodístico Nueva Prensa Cubana en el exilio.
Creo honesto que quienes la conocimos, laboramos a su lado, y sufrimos como ella de la represión y el totalitarismo, le rindamos nuestras condolencias a familiares y amigos y le pidamos a nuestro dios eleve su espíritu al lugar mas adecuado.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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