Mientras tanto, Fidel Castro asegura que los cinco millones prometidos por EE UU no son para ayudar, sino para 'espiar'.
Agencias/Cubaencuentro | 17/09/2008
Estados Unidos autorizó licencias de ventas agrícolas a Cuba por 250 millones de dólares, como ayuda ante la catástrofe de los huracanes Ike y Gustav, lo que supone una ampliación del alivio del embargo que rige para ese sector, informó la AFP.
Las licencias para ventas agrícolas fueron aprobadas luego de que Ike azotó la Isla hace una semana, e incluye alimentos y "madera, un material importante para la reconstrucción", según un informe del Departamento de Estado, entregado a la prensa por la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA).
La Habana rechazó el domingo una donación de cinco millones de dólares de Estados Unidos, pero le pidió que levante al menos por seis meses restricciones —en el marco del embargo— para la compra de materiales de construcción y acceso a créditos para adquirir alimentos.
"Es lo que más o menos están pidiendo, crédito no porque lo prohíbe nuestra legislación, tendrá que ser a través de terceros. La licencia incluye comestibles y madera", explicó a la AFP un funcionario de la SINA, quien aclaró que, no obstante, "el embargo queda en su lugar".
Luego de que La Habana urgiera a aliviar restricciones comerciales, la secretaria de Estado Condoleezza Rice dijo el 7 de septiembre que Washington no cree que "en el contexto que vemos actualmente, el levantamiento del embargo sea una medida acertada".
El Departamento de Estado, que lamentó el lunes el rechazo de la donación, añade en su informe que se "considera caso por caso la solicitud de Cuba para comprar otros materiales de construcción, según indica la ley estadounidense".
Agregó que "durante un período de 90 días, Estados Unidos expedirá con celeridad las solicitudes de ayuda humanitaria inmediata en cantidades de hasta 10 millones de dólares por ONG, y señaló que ya fueron canalizados "más de cinco millones en donaciones privadas".
"Se anima a los individuos y organizaciones interesados en ayudar a las víctimas" de los huracanes "a que ofrezcan donaciones a organizaciones humanitarias de buena reputación que tengan las licencias necesarias para enviar ayuda humanitaria" a Cuba, añadió.
"El gobierno de Estados Unidos ha incrementado la autorización existente a las ONG con sede en Estados Unidos para que proporcionen mayores cantidades en asistencia humanitaria, incluyendo donaciones monetarias", precisó en un comunicado.
Fidel Castro: La ayuda norteamericana es para 'espiar'
Mientras tanto, Fidel Castro aseguró que la ayuda de cinco millones de dólares prometida por el gobierno de Estados Unidos para los damnificados no es para ayudar, sino para "espiar", reportó EFE.
"Hablaron de aviones listos para partir con productos por valor de cinco millones de dólares; que no sería necesario evaluar, porque ya lo habían hecho por sus propios medios, que no pueden ser otros que los de espiar a nuestro país", dijo Castro en una columna de opinión divulgada por medios oficiales.
"Algunos en el Norte se desgañitaron gritando que era inconcebible el rechazo de Cuba" a la ayuda estadounidense, protestó el octogenario. "Esta vez sí que pondrían en aprietos a la revolución, pensaban; si se atrevían a rechazar la oferta, se buscarían problemas con la población", añade en su columna.
"Se creyeron —prosiguió— que nadie había visto las imágenes divulgadas por la televisión de Estados Unidos cuando las fuerzas de ocupación de la ONU repartían alimentos en Haití a la población hambrienta que se los disputaba a través de una cerca de alambres de púa, dando lugar incluso a niños heridos".
El rechazo a la ayuda de cinco millones de dólares ofrecidos por Estados Unidos "no se hacía con altanería, porque no es el estilo de Cuba", aseguró Fidel Castro.
"Es obvio que el Gobierno de ese poderoso país —continuó— no puede comprender que la dignidad de un pueblo no tiene precio. La ola de solidaridad con Cuba, que abarca a países grandes y pequeños, con recursos y hasta sin recursos, desaparecería el día en que Cuba dejara de ser digna".
Añadió Castro —que no aparece en público desde hace más de dos años— que "se equivocan rotundamente los que en nuestro país se disgusten por ello", en aparente alusión a disidentes que pidieron a Washington y La Habana que depongan pugnas políticas y ayuden a los millones de damnificados de los ciclones.
El ex gobernante dijo que "la crisis económica que golpea a Estados Unidos, y como consecuencia a los demás pueblos del mundo, no tiene respuesta definitiva", y presume de que: "en cambio, sí la tienen los desastres naturales en nuestro país y todo intento de poner precio a nuestra dignidad".
jueves, 18 de septiembre de 2008
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