Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, agosto (http://www.cubanet.org/) - Cuando oímos hablar de “operación maceta”, rápidamente lo asociamos a una ofensiva del régimen contra los pequeños negocios ilegales. Enseguida se activa la alarma en la vecindad. Cada quien esconde, entierra o quema todo lo que pueda representar una pérdida o un problema judicial si cae en manos de la policía económica.Si se rumora que la “ley del vago”, otro de los avisos intencionales, llegó a la agenda de los jefes de sectores policiales de cada circunscripción, al menos hay que intentar emplearse temporalmente con el Estado.
Para los que esperaban la circular gubernamental que autoriza la compra-venta de autos asignados por el Estado, ya sean adquiridos por estímulo, cargo o responsabilidad en determinada esfera productiva o de servicios, pueden quedarse con las ganas.
La nueva ofensiva contra empresas estatales y propietarios de autos se denomina ¿Dónde está mi coche? Intervienen, como es habitual, el Ministerio del Interior (MININT) y el registro de vehículos. Consiste en el decomiso de aquellos autos negociados o modificados sin la debida autorización del Estado.
El lunes 4 de agosto comenzó la nueva reinscripción de vehículos correspondiente al año 2008. Los autos inspeccionados son identificados con un sello que se ubica en el parabrisas. Aunque los medios de difusión apenas se han pronunciado al respecto, el comentario informal ha suscitado inquietudes en propietarios de autos legales e ilegales.
Los propietarios ilegales de automóviles son aquellos ciudadanos que han adquirido coches o motocicletas que no admiten traspaso de propiedad. Clasifican entre los que no tienen traspaso, aquellos vendidos o asignados por la Revolución desde 1961 hasta la fecha.
De momento, se le realiza la reinscripción a los vehículos estatales, o aquellos particulares registrados antes de 1960, necesariamente envueltos en un traspaso de propietario.
Según la nueva normativa, aquellos autos estatales o particulares cuyo motor o carrocería no corresponda con la circulación del vehículo, serán decomisados. Igual sucederá con los que pasaron a operar en otras empresas sin la previa autorización del Estado.
Lo más controversial en la ofensiva está en aquellos dueños no titulares que adquirieron un vehículo a través de segundas o terceras personas. ¿Retornarán los cientos de miles de coches vendidos en el mercado informal a sus propietarios originales? ¿Se puede considerar titular aquel ciudadano que no puede disponer de sus bienes?
¿Qué conflictos traería la nueva ofensiva si se lleva a cabo tal y como se proyecta?
No es secreto para nadie que los autos Lada y Moscovich cuestan en el mercado informal entre 3 000 y 10 000 pesos convertibles. Si a esto le sumamos la cadena que existe entre el verdadero titular del automóvil y el último que lo compró, ¿quién se encargaría de presentar ante la justicia tamaño problema?
Si los titulares fallecieron o salieron ilegalmente del país, y el coche corresponde por herencia a hijos y nietos del difunto vanguardia, ¿quién pone el otro muerto?
Es preferible que el Estado y sus empleados del registro de vehículos se hagan los de la vista gorda. Para qué preguntar ¿dónde está mi coche? en un sistema de gobierno donde nada es de nadie.
odelinalfonso@yahoo.com
1 comentario:
Que puedo decir.nadamas maldita sea fidel y su revolucion claro revolucion para el y su familia gue vien acomodada gue vive.el tema es totalmente humillante y mas gue cualguiera en este mundo tiene un carro lojico deacuerdo a tus pocivilidades pero lo tienes. nada personas como el hay gue interarlas 2 veses una en la tierra y la otra de nuevo en el infierno y por si las moscas votar la llave de la rencarnacion por gue todo lo gue toca se convierte mierrrrrrrrrda.
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