martes, 21 de octubre de 2008

Agencias | 20/10/2008

Un soldado vigila lanchas confiscadas. Isla Mujeres, México. (AP)

Un soldado vigila lanchas confiscadas por las autoridades mexicanas. Isla Mujeres, México, 6 de octubre de 2008. (AP)

Desde que la Guardia Costera estadounidense incrementó su vigilancia en el Estrecho de la Florida y las devoluciones de cubanos interceptados en el mar, ha crecido el número de emigrantes de la Isla que utilizan la vía mexicana para llegar a Estados Unidos y el negocio del contrabando de personas, informó la AP.

Los cubanos pagan entre 5.000 y 10.000 dólares a bandas que los transportan por mar a México y luego por tierra a Texas. Los contrabandistas pueden ganar hasta 250.000 dólares con un solo viaje.

El año pasado, 11.126 cubanos usaron esa ruta, comparado con los 1.055 que llegaron directamente a Miami y sus alrededores, según el Departamento de Seguridad Interior.

Las autoridades mexicanas sólo atrapan a un 12% de los cubanos que llegan ilegalmente a su territorio, y la mayoría de los detenidos consigue continuar viaje hacia Estados Unidos.

En 2007, México detuvo a 1.359 cubanos y les negó el ingreso a 209. Este año han sido detenidos 422 y ninguno fue devuelto, según el funcionario de inmigración Luis Alberto Molina.

La situación cambiaría radicalmente de concretarse la firma, este lunes, de una acuerdo entre los gobiernos de Cuba y México que permitirá la repatriación expedita de indocumentados.

Las operaciones de contrabando han aumentado también el número de robos de lanchas rápidas con motores potentes en Florida.

La AP citó el caso del cubanoamericano Lázaro Méndez, quien recibió una llamada en medio de la noche para alertarle del robo de su embarcación de un muelle de los cayos de Florida.

A través de su computadora, Méndez, una personalidad radial de Miami, conocido como DJ Laz, siguió el rumbo de su lancha mediante señal satelital y observó cómo se detenía para reabastecerse de combustible en alta mar y luego se encaminaba hacia Cuba.

El robo de embarcaciones para usar en el tráfico de inmigrantes es tan frecuente que las compañías de seguros le exigen a los clientes de la Florida que instalen sistemas de rastreo mediante satélites.

Con la ayuda de la policía mexicana, Méndez se acercó a los tripulantes de la embarcación en la Isla Mujeres, cerca de Cancún.

"Pasaron junto a mí. ¡Estaban usando mi gorra de pescar! ¡Mis gafas!", relató a la AP. "Dieron cinco pasos y antes de que llegasen al extremo del muelle, estaban rodeados de ametralladoras".

"Les mostré mi computadora y les dije 'aquí robaron mi bote, estos son ustedes en el océano, aquí es cuando llegaron a Pinar del Río, aquí es donde recogieron a la gente, aquí es donde la dejaron", agregó.

Méndez dijo haber contado 19 lanchas confiscadas en el atracadero policial al que llevó la suya. Todas eran embarcaciones rápidas, con tres motores de 900 caballos de fuerza.

En Isla Mujeres, otrora plácida localidad pesquera popular entre los veraneantes, abundan hoy los relatos de lanchas caras abandonadas o incendiadas en el mar luego de descargar dos decenas de cubanos.

Las autoridades sospechan que, en muchos casos, los contrabandistas le pagan a los dueños de las lanchas por el uso de las embarcaciones y, si los contrabandistas son atrapados, los propietarios denuncian el robo para cobrar el seguro.

El tráfico genera violencia

Las autoridades mexicanas están también preocupadas por el incremento de la violencia generada por las bandas de traficantes.

En Cancún y sus alrededores fueron asesinados en años recientes varios cubanoestadounidenses que se cree estaban involucrados en el contrabando de personas.

Cuando llegan a México, los cubanos a menudo quedan a merced de los temidos cárteles de la droga, que ahora se dedican también a actividades como el tráfico de personas.

En junio, individuos armados interceptaron un autobús del gobierno que transportaba 33 cubanos a una oficina de inmigración en el sur del país. Muchos de esos cubanos aparecieron luego en Estados Unidos.

En agosto, la Armada detectó un barco de contrabandistas y lo persiguió. Los tripulantes le prendieron fuego a la nave frente a las playas de Cancún, generando una distracción que les permitió nadar hacia la costa y escapar.

Los cubanos que se quedaron en la lancha saltaron al mar y nadaron hacia la costa o fueron rescatados por la gente de la playa.

"Ellos le prendieron fuego y los dejaron abandonados allí", señaló el vicealmirante de la armada mexicana Carlos Angulo. "Si se ven en apuros, los abandonan".

Pescadores y buceadores dicen que es bastante común encontrar lanchas abandonadas en las inmediaciones de Isla Mujeres, aunque es imposible saber si fueron usadas en el contrabando de personas.

"Son organizaciones despiadadas, a las que lo único que les interesa es ganar dinero", afirmó el teniente Matthew J. Moorlag, de una unidad de la Guardia Costera estadounidense que coopera con la armada mexicana. "Hemos visto gente que tira a los cubanos por la borda y los obliga a nadar hacia la costa".

"Principalmente, estas embarcaciones son robadas en la Florida", dijo Angulo y agregó que no hay dudas de que el negocio es manejado por cubanoestadounidenses. Indicó que los seis contrabandistas que su gente detuvo este año "se hacen llamar cubanoamericanos y traen sus identificaciones de residentes americanos".

Las lanchas pueden cubrir los 190 kilómetros (120 millas) entre Cuba e Isla Mujeres en unas pocas horas.

"Estas lanchas son más rápidas que las de la Guardia Costera", expresó Andy Lax, director de Guardian Mobility, una firma de San Francisco especializada en seguridad y rastreo.

En 2007, la unidad de Angulo interceptó cinco lanchas modernas, pero en lo que va de 2008 su gente dio con 32.

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