jueves, 7 de febrero de 2008

Huellas Indelebles

Carlos Serpa Maceira, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba
La Habana, 7 de febrero de 2008.- La prensa oficial cubana con frecuencia publica artículos que cítrica las acciones del Gobierno de Estados Unidos en la guerra global contra el terrorismo. Ya es habitual que los medios de comunicación social en la isla, todos bajo el control del Partido Comunista de Cuba (PCC), acusen al presidente estadounidense George W. Bush de ser el culpable de los conflictos bélicos en el planeta. Los artículos patentizan el odio visceral de La Habana hacia la Casa Blanca.

Han sucedido hechos, en los cuales el Gobierno cubano ha sido su principal protagonista. En la década de 1970, el convaleciente gobernante Fidel Castro envió tropas cubanas a Angola, una nación del continente africano donde se libraba una guerra entre fracciones rivales. En ese escenario bélico murieron alrededor de 15, 000 cubanos y unos 14.000 efectivos de las Fuerzas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA) y guerrilleros de la Unión Nacional para la Independencia de Angola (UNITA).

Por otra parte, entre 1960 y 1970, fue notoria la participación de la Mayor de las Antillas en la insurrección armada en América Latina, que cobró más de 100.000 víctimas. De estos hechos la Prensa y los voceros del régimen no hablan. Estos sucesos han sido ampliamente documentados en libros dedicados al tema que han sido publicados en el mundo y censurados en la isla.


Agustín García Tapanez, un residente de La Habana leyendo en la vía pública el libro censurado “Las guerras secretas de Fidel Castro".

En las Bibliotecas Independientes que funcionan en el interior de Cuba, gracias a la iniciativa de los exiliados cubanos que integran el Grupo de Apoyo a la Democracia (GAD) ha circulado el libro Las guerras secretas de Fidel Castro, del periodista y escritor cubano exiliado en Estados Unidos, Juan F. Benemelis, que pone al descubierto la responsabilidad histórica de Castro en la promoción del terrorismo en abierta complicidad con la otrora Unión de Repúblicas Socialista Soviética y otras naciones del ex bloque comunista.

El archipiélago cubano jugó un papel predominante en el entrenamiento, apoyo Logístico, cobertura política y santuario a decenas de terroristas de todo el mundo. En los campos de entrenamiento de cuba, se entrenaron en matar terroristas que han sembrado el luto y el terror en la comunidad internacional. La economía cubana fue desangrada bajo un proyecto destinado a desestabilizar el orden social mundial e imponer un dogma colapsado.


En la Bibliotecaria Independiente "Anna Guinné", Belinda Salas Tapanez, la cual ella misma dirige, leyendo el libro “Las guerras secretas de Fidel Castro".

Se estima que entre 1990 y el 2004 murieron 180.000 personas en todo el mundo víctimas del terrorismo, sin cuantificar las mutilaciones físicas y sicológicas derivadas de esos actos. Los argumentos de la “liberación nacional “, el patriotismo y la revindicación social y económica han causado daños y sufrimientos. Han sido asesinadas mujeres y niños, se han masacrado pueblos y se han destruido naciones. Los terroristas no se detienen ante nada ni ante nadie. Ante esos actos existe una sola respuesta, Guerra global ante las huellas indelebles de sus actos criminales. El mundo tiene la palabra.

Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, Director de la Agencia de Prensa Sindical Press y corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba.

Fotos: Enviadas por el periodista Carlos Serpa Maceira.

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